Castigo excesivo

Estamos en Itajaí, a punto de vovler al agua para disputar por fin la sexta etapa. Ha sido una parada en la que han pasado muchas cosas. La regata anterior fue muy dura y el equipo de tierra ha trabajado para tener el barco a punto de nuevo. Hemos tenido que hacer bastantes reparaciones, algo normal después de cruzar el Océano Sur, Cabo de Hornos y la subida por el Atlántico, en la que las condiciones tampoco fueron demasiado tranquilas.

Hemos estado muy a gusto en Brasil, una parada muy importante para el MAPFRE y en la que también nos ha acompañado el presidente, Antonio Huertas. Pero también hemos tenido días difíciles. Como seguramente sabréis, nos han quitado dos puntos por considerar que no hemos notificado cómo debíamos que íbamos a hacer dos reparaciones a bordo. Creemos que es un castigo excesivo para ser una falta puramente administrativa. Como se sabe, estamos terminando las etapas todos muy juntos, cuatro barcos en una hora la última vez. Hemos peleado muchísimo por un punto como para perder ahora dos puntos de esta manera. Es demasiado y está completamente fuera de medida.

Hemos peleado muchísimo por un punto como para perder ahora dos de este modo. Está fuera de medida

Nuestro equipo ha demostrado ya muchas veces en esta regata que es muy profesional. En peor situación estábamos después de la primera etapa o incluso tras la segunda. Ahora hemos llegado a estar, antes de esta penalización, en la tercera posición de la general, a dos puntos del segundo, así que no hace falta levantar la moral del equipo. Simplemente hay que pasar los momentos difíciles y mirar hacia delante.

Así que nada, todavía tenemos media vuelta al mundo por delante y ahora toca pensar en la sexta etapa, que nos llevará a Newport (Estados Unidos). La verdad es que es una etapa en la que, después de la que hemos hecho, todo el mundo dice que será fácil, pero al final son más de 5.000 millas, en las que nos encontraremos con todo tipo de condiciones.

Saldremos de Brasil con vientos Alisios a lo largo de toda la costa brasileña hasta Recife y después tendremos que cruzar el ecuador, que aunque es verdad que es relativamente más fácil de atravesar, con la igualdad de la flota salir bien situado será vital. Después, llegando a Newport, está la corriente del Golfo, en la que hay agua muy fría que afecta mucho a los vientos, a la visibilidad -habrá niebla- y es un sitio relativamente complicado para navegar.

Todavía tenemos media vuelta al mundo por delante y ahora toca pensar en la sexta etapa, que nos llevará a Newport (EE UU)

Ayer también tuvimos la regata costera, a la que llegamos por los pelos. 48 horas antes localizamos un problema en el palo y tuvimos que quitarlo en el último momento para repararlo. De hecho, hasta unas horas antes de hacer la costera no teníamos claro si saldríamos a hacerla o no. No es que haya sido un problema muy grave, pero sí era un proceso que requería de tiempo. Es un barco de 65 pies, con un mástil de 30 metros que hay que quitar, desmontarlo todo, quitar la mayor, los cabos, reenvíos… Y después asegurarse de identificar bien el problema, ir a un taller en Itajaí, encontrar a alguien que mecanizase unas piezas inoxidables en 20 horas, pegarlas...

Así que nada, estamos listos ya para la siguiente, que comienza en unas horas. Esperamos una gran despedida de Itajaí, donde el público no ha dejado de apoyarnos desde el mismo día que llegamos. Ahora toca dar nuestro cien por cien y pelear por hacer de nuevo un buen puesto en esta nueva etapa.