El Villarreal no se encuentra
Discontinuo en el juego, la falta de gol frena a los de Marcelino ante un Córdoba sin crédito
Tocado en el ánimo y mermado en el físico, eterna se le está haciendo la temporada al Villarreal desde que Bruno está ausente, bajo mínimos en el tramo final del curso en el que ha perdido frescura, juego y sobre todo gol. Un tanto y de penalti en los últimos seis encuentros evidencian el problema final del conjunto amarillo, que tampoco gobierna ya los partidos como solía hacerlo. Ante un desahuciado Córdoba, no supo concretar las muchas ocasiones de que dispuso falto de finura en el remate y por las intervenciones de Juan Carlos, un gigante entre los tres palos en El Madrigal. Salvo en alguna acción episódica que alertó a Asenjo, el Córdoba se da por descendido descontando las jornadas que le quedan en su estancia en Primera. El Villarreal se mantiene en la sexta posición con seis puntos de ventaja viviendo de las rentas y por demérito de sus perseguidores, que tampoco están para tirar cohetes.
Trigueros al primer minuto la tuvo de cabeza. A los cinco Campbell estrelló un zurdazo al travesaño. El Córdoba ejerció en principio de víctima de un Villarreal con ganas de resarcirse, de recuperar las sensaciones perdidas, de instalarse definitivamente en la sexta plaza sin que nadie se la discuta. Tuvo también el Córdoba su primera ocasión antes de cumplirse el cuarto de hora tras un centro de Bebé que se enredó entre los centrales amarillos sin que Florin, formado en la cantera de El Madrigal, acertara a desviar. Contestó de nuevo el Villarreal, con otro durísimo disparo de Gerard Moreno a la escuadra derecha de Juan Carlos.
VILLARREAL, 0-CÓRDOBA 0
Villarreal: Asenjo; Mario, Bailly, Víctor Ruiz, Jaume Costa; Campbell, Pina, Tirgueros (Jonathan dos Santos, m. 66), Cheryshev (Moi Gómez, m. 75); Uche (Vietto, m. 60) y Gerard Moreno. No utilizados: Juan Carlos; Jokic y Rukavina.
Córdoba: Juan Carlos; Gunino, Deivid, Crespo, Edimar; Krhin, Abel; Bebé, Cartabia (Luso, m. 59), Fidel (Héldon, m. 75); y Florin (Ghilas, m. 81). No utilizados: Saizar; Rossi, Zuculini y Campabadal.
Árbitro: Iglesias Villanueva. Amonestó a Crespo, Abel, Bailly y Gunino.
Unos 16.000 espectadores en El Madrigal.
Para el conjunto de Marcelino era una cuestión de paciencia, de sincronizar movimientos, de afinar la puntería para derretir al Córdoba sostenido en ataque por las acciones individuales de Bebé, que mantenían en guardia a la zaga amarilla y en alerta a Asenjo. La falta de pausa del centro del campo castellonense le hizo perder por momentos el control del juego dando vida al Córdoba, inquietado sobremanera por las carreras de Cheryshev por el costado izquierdo. Poco le costaba al Villarreal acercarse al área de Juan Carlos. La falta de tacto en el último pase o en la definición de los castellonenses mantuvo vivo al conjunto andaluz llegado el descanso.
Se lanzó al ataque el Villarreal en el segundo acto con la misma falta de precisión en los metros finales, con Cheryshev percutiendo una y otra vez hasta que el físico le aguantó tras un mes de baja por lesión. Recurrió Marcelino a Vietto sustituyendo a Uche, aquejado de un golpe en la rodilla, titular debido a los problemas musculares de Gio, que le dejaron fuera del partido. Todo son complicaciones en el Villarreal desde que Bruno se lesionara dos meses atrás. Con el paso de los minutos el Córdoba se fue atrincherando en su área, solventando en última instancia Juan Carlos, inconmensurable entre los tres palos con espectaculares intervenciones, lo que no alcanzaban sus defensas. El Villarreal está seco.
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