Alonso no pasa de la Q1 en Malasia y Hamilton no da opciones
El piloto de Mercedes se muestra intratable también sobre mojado y supera a Vettel y a su compañero, Rosberg El asturiano saldrá 18º por detrás de Button, mientras que Sainz se queda en la Q2 (15º), por culpa de la lluvia
Ni siquiera la lluvia impidió que Lewis Hamilton consiguiera su segunda pole de la temporada en el segundo gran premio, el de Malasia. La clasificación se desarrolló en unas condiciones complicadas. Cuando la pista estaba seca, la falta de adherencia era evidente. Cuando cayó un diluvio y se mojó, su estado pasó a ser deplorable. Pero en cualquier circunstancia, el piloto británico, de 30 años, siguió siendo el mejor. Su Mercedes le concede alas y el las aprovecha para volar por la pista. Impresionante. Esta vez, sin embargo, compartirá la primera línea con el Ferrari de Sebastian Vettel, que se mostró realmente competitivo en la clasificación –quedó a una décima- y se espera que aún lo sea más en ritmo de carrera. Nico Rosberg concluyó tercero, a cuatro décimas del líder.
Hamilton logró así su 40ª pole position y copa las dos que se han disputado esta temporada. En seco ya había marcado los mejores tiempos, aunque en la segunda tanda la aparición de la lluvia le relegó hasta el octavo puesto. Por el momento, es el claro dominador de la pugna que mantiene con su compañero de equipo, Rosberg, por el título mundial. Pero ahora, a esta pugna parece haberse sumado también Ferrari. La evolución de los monoplazas de Maranello es evidente. Este coche, el primero de James Allison (Director Técnico), funciona. Y las mejoras se notan en cada carrera. Están ya muy cerca de los Mercedes. Y eso genera otra fuente de interés en el Mundial.
El regreso de Fernando Alonso resultó realmente decepcionante. La ilusión por recuperar su puesto en la parrilla de salida, tras su ausencia en Australia como consecuencia del accidente que había sufrido en los test de Barcelona, contrastó con las evidentes deficiencias de su monoplaza. McLaren no logra resolver los múltiples problemas que plantea su coche y especialmente su motor Honda. Alonso concluyó su participación en la clasificación en la primera tanda, algo muy poco habitual en él. Fue el último coche de los que se clasificó, puesto que los dos Manor ni siquiera consiguieron el tiempo necesario para poder salir en carrera: Roberto Mehri debutó y acabó penúltimo a 4 décimas del tiempo para poder correr mañana. Alonso partirá 18º, por detrás incluso de su compañero de equipo, Jenson Button, que le sacó una décima. El asturiano intentó no mostrar su decepción cuando habló para los medios de comunicación.
“Estamos mejorando muy rápidamente, pero nos queda mucho trabajo por hacer”, comentó Alonso. “En Australia estábamos mucho más lejos. En 15 días hemos avanzado muchísimo y ojalá sigamos en esa línea. Nuestra mayor deficiencia es el motor. Nos falta mucha potencia y eso se evidencia en las rectas donde se nota que tenemos muy poca. Sin embargo, debemos tomarnos estas primeras carreras como si fueran test, para evolucionar y adaptarnos al coche y al equipo. Vamos tarde, pero creo que todo mejorará. Hoy, fallé en mi segundo intento, pude ganar unas décimas pero no para entrar en la segunda tanda”.
Carlos Sainz, por su parte, sufrió más de lo previsto por culpa de la lluvia. La tempestad apareció cuando el piloto español estaba realizando su vuelta rápida en la segunda tanda de la clasificación y cometió un error que le impidió concluir con un buen tiempo. Quedó relegado a la 15ª posición y perdió ahí sus opciones de estar de nuevo entre los diez mejores. “Aquello se convirtió en una lotería”, comentó el madrileño. “Tuve mala suerte porque cometí un error en la curva 14ª, donde debía frenar porque ya estaba mojado. Venía dando una vuelta muy buena, pero la lluvia me perjudicó. En seco creo que hubiéramos estado mucho más arriba. Me sentía muy cómodo con el coche y en la Q1 estuvimos incluso muy cerca de los Ferrari. Ha sido una verdadera lástima. Habrá que adelantar en carrera. Y si llueve mejor, porque me encanta conducir en mojado. Buscaremos estrategia distinta a los demás para marcar nuestro propio ritmo. Yo estoy listo. Hay que minimizar los pequeños errores que seguro que se producirán”.
¿Fue un error de estrategia de su equipo? Difícil responder, porque todos los coches salieron cuando se abrió el semáforo verde. Quienes estaban delante salieron favorecidos. Fue el caso del compañero de Sainz, Max Verstappen, que sí consiguió entrar en la última tanda. Cuando la lluvia apareció, él ya había marcado su tiempo y, por tanto, pudo situarse en séptima posición, porque otros pilotos que habrían podido superarle se quedaron fuera. Fue el caso de Kimi Raikkonen, el piloto de Ferrari que tenía opciones de estar entre los cinco mejores y deberá partir desde la 11ª posición como consecuencia de no haber podido concluir su vuelta antes de la llegada de la lluvia. “No estoy de acuerdo con el momento en que mi equipo me dijo que saliera”, se quejó el finlandés.
Mercedes, Williams y Red Bull situaron a sus dos pilotos en la última tanda. Ferrari mostró sus opciones colocando a Vettel en la segunda posición, a solo tres décimas de Rosberg. Y Hamilton sufrió para concluir su vuelta ya metido en la lluvia: acabó octavo, a casi dos segundos de su compañero de equipo, Rosberg que fue el mejor de la Q2, rodando en 1 minuto y 39,3 segundos. La tercera tanda (la Q3) se retrasó bastante porque la intensidad de la lluvia la hacía inviable. Cuando comenzó, la pista estaba empapada y en algunos puntos el agua incluso había dejado algunas pequeñas balsas. Pero pronto quedó claro que en cualquier circunstancia, los Mercedes seguían siendo los mejores coches. Da lo mismo que vayan calzados con neumáticos de seco o con intermedios –como fue el caso-. Sin embargo, esta vez Vettel les negó el honor de compartir la primera línea de salida. Se metió entre ellos… probablemente gracias a la lluvia.
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