Yayá Touré, los abrazos del elefante

Yayá Touré (Sekoura Bouake, Costa de Marfil, 31 años), considerado el mejor jugador de África en los últimos cuatro años, pisa hoy el Camp Nou, donde no es un desconocido precisamente sino que es un tipo querido y recordado porque dejó huella. “Repartía abrazos a cada paso; imagínate cómo te abraza un tipo de esas dimensiones”, comentan los mismos futbolistas que hoy volverán a buscar sus brazos amigos antes de encararle en el campo. En los camerinos del Barcelona y en la Ciudad Deportiva se hizo célebre por su bondad y afecto nunca disimulados —“eran como una familia para mí”, dice— y por su velocidad al pasar por el comedor. “Salía el primero del vestuario, comía y se iba zumbando”. “En Manchester hace lo mismo”, se comenta entre sus compañeros.

“Le llamaba El Guardaespaldas” recuerda Iniesta al hablar de Touré. “Era tan pequeñito que debía cuidar de él en el campo, porque le daban muchas patadas”, responde el africano, que será una pieza clave para Pellegrini, tras su ausencia en la ida por sanción. Su presencia, según dijo ayer Iniesta “hace más peligroso al City, porque es un jugador muy completo. A su fortaleza física le añade una calidad muy importante y hace del City un equipo más contundente. Intentaremos minimizar sus virtudes”.

"No hubo manera de convencerle de que se quedara” recuerdan en el Barcelona

“Es un tractor, aplasta el centro del campo rival. Y cuando pone la directa y se va no hay quien le pare porque además de ser muy grande, es muy rápido”, explica Piqué. “¡Y cómo la toca!” exclama Xavi, uno de los futbolistas que se acercaron al de Costa de Marfil para tratar de convencerle de que no dejara el Barça. “No hubo manera, lo tenía muy decidido”, reconocen quienes, como el capitán, no lograron convencerle en 2010. “Fue la decisión más dura de mi vida, era muy feliz en Barcelona, pero quería jugar de medio centro y vi que mi futuro era ser central si me quedaba”.

“Es el pilar del City”, asegura Luis Enrique. “Touré siempre marca la diferencia. Es un futbolista de máximo nivel, muy importante para nosotros”, reconoce Pellegrini, que le señala como “uno de esos futbolistas que siempre quieres tener en tu equipo, un jugador de máximo nivel, muy importante para nosotros”. Añade Silva: “Es un jugador fantástico. Y tercia Navas: “Es de hierro, pero con un toque de balón extraordinario”.

Es un tractor, aplasta el centro del campo. Es muy grande y muy rápido” Piqué

Fuerte y hábil —jugó de interior en el Olympiacos junto a Rivaldo y después en el Mónaco—, marcó 20 goles la pasada temporada y suma ocho en el presente curso, en el que se perdió casi un mes de competición mientras disputaba la Copa de África, que ganó su selección, Los Elefantes de Costa de Marfil.

Es un jugador de hierro, pero con un toque de balón extraordinario” Navas

“Tenemos que marcar primero y evitar encajar un gol”, anuncia antes del pulso que hoy le echará a los que llama “familia”, a un elenco del que ha escogido cinco futbolistas para su once ideal: Piqué, Alves, Xavi, Iniesta y Messi, sencillamente porque son “fantásticos”. Lo encarará vestido de azul celeste, un color del que estuvo a punto de renegar el pasado verano cuando el City le negó un permiso para viajar a su casa africana después de la muerte de su hermano Ibrahim, fallecido a los 28 años por culpa de un cáncer.

Touré habla cinco idiomas —francés, inglés, castellano, catalán y ruso, que aprendió cuando jugaba para el Metalurg de Donetsk en Ucrania — y tiene una fundación Sport For Life que ayuda a niños de Abiyán, su ciudad natal, a tener una esperanza de vida que les permita soñar. Niños a los que abraza cada vez que vuelve a casa, como hará hoy al pisar el Camp Nou que llenará de abrazos.