Un histórico en el alambre
El plantel y los empleados del Valladolid, en la Adecco Oro, llevan cinco meses sin cobrar
“Yo creo que tendríamos que cerrar, sería lo mejor para todos, irnos a casa, estamos todos malviviendo ahora mismo. Este club está hundido”. Porfirio Fisac, el entrenador del Mywigo Valladolid despachaba la rabia y los meses de precariedad con toda la brutalidad que la situación de los suyos le pedía. El Club Baloncesto Valladolid, aquel que con el nombre de Forum Filatélico en la camiseta recuperó para el baloncesto el tendón de Aquiles de Sabonis, permitió que Oscar Schmidt recitase su saco de triples en cada partido de la Liga ACB, es hoy un club que está en las últimas y no deja de recibir golpes. El último la reclamación por parte del Ayuntamiento de Valladolid para que devuelva la subvención de 400.000 euros por no cumplir el compromiso de mantener un presupuesto equilibrado tras superar un concurso de acreedores en 2011.
Fisac se hizo cargo del equipo después del descenso a la Liga Adecco Oro, un trámite por el que había pasado años atrás y que saldó con una temporada brillante y el regreso a la élite. Pero tres años después la situación, mala entonces, se ha convertido en una pesadilla. La asfixia de la deuda heredada tras el concurso de acreedores solo era remediable mediante las subvenciones que cada año debía abonar el Ayuntamiento, pero la reclamación de la devolución y la dificultad para percibir las futuras ayudas han convertido el nuevo proyecto en el que muchos creían en una quimera, un proyecto que buscaba la estabilidad económica por encima de la financiera y evitar que uno de los históricos de la ACB pase a la historia.
El Ayuntamiento le reclama al club que devuelva 400.000 euros por no cumplir el compromiso de mantener un presupuesto equilibrado
El componente emocional en toda el proceso tiene un papel casi fundamental, tanto que la falta de liquidez provoca que el presidente, Sunil Bhardwaj, se haya hecho cargo de los últimos desplazamientos de su bolsillo para no abandonar la competición o que Fisac siga siendo el entrenador de un equipo que no puede pagarle después de haber rechazado una oferta de Sevilla para entrenar en la ACB porque Valladolid es el club de su vida. Desde las oficinas ese componente emocional y la palabra compromiso justifica los cinco meses sin cobrar y la perspectiva de que la solución no es fácil y es que la directiva actual optó por continuar con el club, evitó dejarlo caer y comenzar de cero. “Hay proveedores, empresas que han aceptado una quita importante en el concurso de acreedores, gente que lleva aquí muchos años y no sería serio dejarlos tirados para empezar una historia nueva”, aseguran desde el club.
Al grito de auxilio del técnico se añadido voces, la del presidente, que hablan de la concesión de un aval que permita la devolución de la subvención para negociar un nuevo convenio con el Ayuntamiento y aplazar unos meses más. El golpe más duro lo soportan los empleados y los jugadores. El capitán, Román Montañez, que regresó a Valladolid esta temporada para ayudar, ha terminado por estallar. “Necesitamos que entre dinero ya, lo que nos digan no nos vale porque llevamos muchos meses de intentar creerlo y no se está cumpliendo”, asegura Montañez, un veterano en medio de una plantilla hecha de jugadores muy jóvenes, semiprofesionales, estudiantes que, junto con los empleados del club, llevan más de cinco meses sin ver un euro.
Lalo y las adversidades
Las adversidades se le acumulan al Valladolid. Durante los últimos días el baloncesto español está convulsionado por la desaparición de Lalo García, el jugador más representativo del club, el único que tiene su camiseta con el número 5 retirada y colgada en el Polideportivo Pisuerga. El exjugador lleva desaparecido desde el 4 de marzo. Lalo García fue el capitán durante los mejores años del equipo. El Valladolid, desde 1979, solo ha estado fuera de la máxima categoría en la temporada 2008-2009 y en la actual, en la que marcha en la cuarta plaza de la Liga Adecco Oro.
Lalo García consiguió igualar la mejor clasificación del equipo en la Liga, la sexta plaza en 1981, en su segunda temporada en el primer equipo, la 1989-1990, con un equipo en el que destacaban los lituanos Sabonis y Homicius. Lalo, que esta semana cumple 44 años, fue un alero que ya destacó con la selección española junior, con la que fue medalla de bronce en el Europeo de 1990, y que fue ocho veces internacional absoluto. En 1991 fue elegido el mejor debutante de la temporada en la Liga ACB. Se retiró en 2001.
La desgracia se ha cebado con el Valladolid. Durante los últimos años han fallecido, debido a diferentes enfermedades, exjugadores como Mike Schlegel (1963-2009), Siso Simón (1965-2012), Dyron Nix (1967-2013) y Sergio Luyk (1971-2008). El caso más reciente es el del estadounidense Matt White (1957-2013), asesinado por su esposa, natural de Valladolid.
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