“Fui una niña flaca y feliz”
La esquiadora estadounidense, que ha superado un calvario de dos años por su lesión de rodilla, aún tiene metas por superar
“Estoy en Múnich, mañana volamos a Bulgaria”, dice al otro lado del teléfono Lindsey Vonn (30 años, Minnesota, EE UU), risueña, a juzgar por su tono de voz. Al día siguiente, la esquiadora con más victorias en la Copa del Mundo (63) se da cuenta de que ha olvidado el pasaporte en Austria, a 48 horas de su cita en el Súper G de Bansko. Un retuit en su cuenta muestra una foto suya junto a un policía alemán que le ha ayudado a sacarse un documento de urgencia para poder embarcar. La vida de Lindsey Vonn tiene relato. Arropada por sponsors como Red Bull, Oakley o Head, una potente maquinaria de mercadotecnia escribe su imagen pública de estrella rutilante en Estados Unidos. A todo el mundo le gustan las historias de superación, y la de Vonn habla de dos años de calvario tras romperse el ligamento cruzado de la rodilla derecha; dos operaciones; un año olímpico perdido y un tiempo de incertidumbre para una esquiadora que antes de los 30 lo había ganado todo: cuatro títulos generales de la Copa del Mundo de esquí alpino, dos oros mundiales, un oro olímpico. Divorciada en 2012, un año más tarde anunció su relación con Tiger Woods.
Pregunta: ¿Se considera la mejor esquiadora de la historia?
Respuesta. Tengo el récord de victorias, pero no sé si diría que soy la mejor.
P. En 2013 sufrió la terrible caída en Schladming (Austria).
Para un deportista el dolor es una distracción y tienes que bloquearlo”
R. Volví de la lesión y me lesioné otra vez. Fueron dos años lejos del esquí y cuando estaba en mi mejor estado de forma. Fue duro. Creo que me ayudará a esquiar más tiempo porque he tenido dos años de descanso y ahora puedo llegar a los siguientes Juegos. Antes de la caída me habría retirado después de este año.
P. ¿Caerse es parte del trabajo?
R. Sí. Tienes que ser capaz de recuperarte y seguir adelante.
P. ¿Saber afrontar situaciones así es algo con lo que se nace?
R. Sí, pero también tienes que quererlo. Si eres trabajador, decidido, entonces puedes superar cualquier obstáculo. Pero también tienes que querer superarlo.
P. ¿Le resulta difícil hablar de sus lesiones?
R. No. Es algo que hay que aceptar. No me da miedo volver a ir rápido ni hablar sobre ello, puedo ver el vídeo de la caída y no hay problema.
P. ¿Temió por su carrera?
R. Siempre he creído en mí, en que iba a volver, solo que no sabía cuánto me costaría. En la segunda lesión me empecé a poner un poco nerviosa. La rehabilitación tenía que ser perfecta porque mi carrera podía acabarse.
P. ¿Cómo maneja el dolor?
R. El dolor es una distracción y tienes que bloquearlo. Se me da muy bien eso. Es como la gente que está en la salida. Siempre hay algo que te puede distraer.
P. En The Climb, el documental sobre su recuperación, menciona lo difícil que es que la mente esté preparada para competir, pero el cuerpo no…
R. Es muy muy frustrante. Porque si solo es por el dolor es fácil solucionarlo.
P. ¿Qué significa el récord de victorias en la Copa del Mundo?
R. ¡Todo! El trabajo recompesado. Fue un momento especial. Mi familia estaba allí. Creo que fue más significativo porque había estado lesionada.
P. ¿Cree que está demasiado expuesta a los medios?
R. A veces creo que es bueno, y otras, que hay un límite. Puede ser demasiado. Soy respetuosa con mi patrocinador y con la gente que me ha apoyado. Pero se convierte en un trabajo duro, así que intento buscar un equilibrio.
P. ¿Cree que su vida llega a estar guiada por el marketing?
R. En absoluto. Nunca he seguido ningún tipo de estrategia. Solo intento ser sincera conmigo misma, presentarme de una manera positiva, como un buen ejemplo para los niños.
P. ¿Cómo de importante es la familia para usted?
R. Mucho. Mis dos hermanas han sido muy importantes, sobre todo después de mi divorcio. Laura estuvo viajando conmigo. Fue de gran ayuda. Siempre que algo va mal ahí está mi familia.
P. Tiger Woods también es una estrella y un deportista profesional con sus objetivos. Si alguno de los dos pasa por un mal momento, ¿puede perjudicar al otro?
R. Cuando me lesioné fue de gran ayuda tener a Tiger apoyándome. Lo mismo cuando él se lesiona, ahí estoy yo. Mucha gente no entiende la presión y las expectativas. Suceden muchas cosas detrás de las cámaras y siempre nos apoyamos. Es bueno tener un atleta profesional a tu lado.
P. ¿Cómo era Lindsey de niña?
R. Flaca y descoordinada. No muy atlética. Muy torpe. Me tropezaba con todo. Crecí en Minnesota y me encantaba esquiar. Probé otros deportes pero no era buena. Fui una niña flaca realmente feliz.
P. ¿Cuál es su siguiente meta?
R. Intentar ganar el título en descenso. Y el año que viene, el general otra vez
P. ¿Cree que tiene que mejorar en los Mundiales?
R. En el futuro me voy a centrar en ganar carreras. En la Copa del Mundo, en el Mundial, en los Juegos. Me quedan unos pocos años de carrera, no sé exactamente cuántos, pero seguro que hasta los próximos Juegos. Intentaré seguir avanzando.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.