Bruno, dos meses de baja

La preocupación del Villarreal y de Marcelino, más allá del resultado, era el estado de Bruno Soriano, que tuvo que retirarse a la media hora de juego tras intentar rebañar la pelota a Iniesta. El capitán abandonó el campo en camilla y llorando, temiéndose una lesión grave, y fue trasladado a un hospital de la Ciudad Condal para efectuar las pruebas médicas pertinentes. Y el resultado confirmó el temor. Bruno se fracturó el peroné de su pierna derecha y permanecerá dos meses lejos de los terrenos de juego.

“El libro de este partido lo ha escrito mi enemigo”, se lamentaba con amargura el entrenador del Villarreal poco antes de conocer la noticia, en la rueda de prensa posterior al encuentro. A pesar de la gravedad del contratiempo, Bruno no pasará por el quirófano. Deberá mantener la pierna inmovilizada durante mes y medio y después abordará dos semanas de rehabilitación.

El medio se lastimó al intentar rebañar la pelota a Iniesta; pese al daño, no pasará por el quirófano

No fue el único caído para el Villarreal. Otra pieza básica en su esquema, Jonathan dos Santos, también sufrió un percance físico. El centrocampista tuvo que retirarse antes de tiempo por un problema muscular, al igual que Mario, quien tuvo que aguantar los últimos minutos del encuentro también lesionado. “Estoy triste por el cúmulo de circunstancias ocurridas”, redundaba el técnico, dolido además por los “errores individuales que aprovechó el Barça”.

Cumplía Marcelino el centenario como entrenador amarillo en el Camp Nou, uno de los estadios más bellos del mundo, ante el gran Barcelona de Messi y compañía. Su estreno dos años atrás tuvo menos empaque. Se produjo en Valdebebas, en la ciudad deportiva del Madrid, y ante el Castilla. El filial blanco le endosó un 5-0. Ahora, la posibilidad para el Villarreal de alcanzar su primera final, la de Copa, se convierte en casi utópica para él.

Jonathan y Mario también sufrieron sendos percances físicos en el centenario de su entrenador

“Es muy complicado que marquemos dos goles y remontemos", explicaba. "Es muy difícil que el Barça no nos meta un gol. Estoy orgulloso por mis jugadores. Pero el partido nos aleja de la posibilidad de jugar una final de Copa. Ha sido para nosotros una película de terror”, sentenció el preparador asturiano mientras esperaba con ansias noticias sobre Bruno, el alma amarilla. Los peores augurios se cumplieron. El pulso del Camp Nou dejó consecuencias nefastas para el devenir del Villarreal.