“Aprender, aprender y aprender”

Por más que muchos intenten camuflarlo, las vacas flacas hace ya tiempo que se instalaron en la F-1. Una de las pruebas más ilustrativas es el contraste entre la majestuosidad de las presentaciones de los monoplazas de hace unos años y las actuales. La más vistosa fue la que McLaren organizó en Valencia para celebrar la llegada de Fernando Alonso con vistas a la temporada 2007. Aquel tinglado era más propio de Hollywood que de un equipo de F-1, con acróbatas del Circo del Sol incluidos. Si el bautizo de aquel MP4-22 será recordado como el más espectacular de la historia del certamen, el del MP4-30 que competirá en 2015 probablemente fue de los más discretos que se le recuerdan a la escudería de Woking: onliney con contenidos editados previamente. A fin de cuentas, el confeti y los efectos de luz no empujan el coche.

“Tengo muchas ganas de subirme al coche para ganar lo antes posible”, afirma el asturiano

McLaren se aferra a la mejor época de su trayectoria, la de finales de la década de los ochenta y principios de los noventa, para justificar su reencuentro con Honda, que a partir de ahora volverá a motorizar sus coches. Del monoplaza que Alonso estrenará el domingo en Jerez destacan dos cosas: la decoración. El nuevo propulsor con el que la marca del ala dorada pretende “hacer historia”, como pregona en el eslogan creado para la ocasión, se esconde por el momento en la panza de un prototipo que lucirá los colores de los últimos años, el gris como base con detalles rojos que lo matizan, a la espera de las modificaciones y los acuerdos que puedan concretarse antes de la primera carrera, programada para el 15 de marzo en Melbourne. Por el momento, no hay noticias de un patrocinador principal, aunque hay varias negociaciones abiertas en ese sentido. “Tengo muchas ganas de subirme al coche y aprender, aprender y aprender para ganar lo antes posible”, afirma Alonso.