Inzaghi pierde crédito
El Milan suma un punto en los últimos cuatro partidos, ha ganado dos de los últimos 13 y en el club reprochan al técnico no tener ideas y personalidad
“En 2015 seremos los mejores de Italia”, proclamaba Silvio Berlusconi, dueño del Milan, el pasado 3 de enero. El equipo acababa de ganarle al Real Madrid en un amistoso en Dubai (2-4) y en club se disparó la alegría y el optimismo. “Con este equipo tenemos la posibilidad de volver a ser protagonistas en Italia, en Europa y en el mundo. Nuestra fuerza es contar con dos equipos titulares y competitivos. El objetivo es la tercera plaza”, proseguía Berlusconi.
Han pasado tres semanas desde aquellas declaraciones. El Milan ha sumado un punto de doce y de los últimos 13 partidos disputados solo ha ganado dos. El sábado se adelantó contra la Lazio y acabó perdiendo 3-1 con diez. Perdió a Mexès por agresión; la imagen del central francés agarrando a Mauri del cuello dio la vuelta al mundo. El tercer puesto, el que da acceso a la Champions, parece misión imposible para Pippo Inzaghi y los suyos. El equipo marcha el décimo con 26 puntos, 23 menos que la Juve. Y en el club empiezan a tener la impresión de que el exdelantero no está a la altura.
Después de la derrota contra la Lazio, Adriano Galliani –administrador delegado del club- ordenó dos días de concentración. Fue tras una charla de media hora en el vestuario. El equipo se reunió anoche en Milanello y no saldrá de la ciudad deportiva hasta el partido de Copa de mañana. Contra la Lazio, de nuevo, para acceder a las semifinales. Galliani ha asegurado a la plantilla que Inzaghi seguirá como entrenador.
“En 2015 seremos los mejores de Italia y volveremos a ser protagonistas en Europa y en el mundo", dijo Berlusconi
“Tienen que trabajar en la fase de no posesión. Están mal posicionados en el campo, no saben que tienen que hacer y eso es lo más preocupante”, analiza Arrigo Sacchi que sonó como refuerzo para el Milan. Berlusconi le ha pedido que vuelva al club para hacerse cargo del fútbol base. Sacchi ha criticado los planteamientos del equipo mientras que Ancelotti ha defendido a Inzaghi y ha pedido tiempo y paciencia.
Ídolo de la hinchada, por su entrega, compromiso, goles y amor por el fútbol, Inzaghi fue la apuesta de Galliani para el primer equipo después de buen trabajo en la cantera. A él, más que a cualquier otro, se le ha mirado siempre con respeto. Los aficionados siempre le han defendido. Le han dado un plus de confianza (mucho más del que se dio a Seedorf, por ejemplo). Pero en los últimos partidos se ha empezado a escuchar alguna queja y algunos pitos.
Están mal posicionados en el campo, no saben que tienen que hacer y eso es lo más preocupante", analiza Sacchi
“Pippo ha sido una decepción”, dice una persona que trabaja en el club y que prefiere mantener el anonimato. “Dicen que es joven e inexperto, pero el problema no es ese, el problema es que no ha tenido personalidad e ideas para innovar y ha estado demasiado pendiente de las ordenes de Mauro Tassotti [segundo entrenador desde hace años], alguien que está vinculado a un fútbol anclado en el pasado. No ha impuesto sus reglas, ha escuchado demasiado y ha dejado ir las cosas. A veces parece un grupo de diletantes”, explica la misma persona.
“No creo que el problema sea yo, si lo fuera, habría dimitido”, dijo Inzaghi (41 años), el sábado. A lo largo de la semana había asegurado que su equipo jugaría con la baba en la boca. Pero el técnico no ha conseguido reactivar a la plantilla. Lejos quedan aquellas imágenes de los jugadores buscándole para abrazarle después de los goles. O de sus miradas de complicidad durante el calentamiento antes de los partidos.
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