La alemana Nadine Kessler, mejor jugadora de la FIFA 2014

En año de Mundial, el primero en el que participará la selección española, la gala del Balón de Oro tuvo un marcado acento alemán y reivindicativo para el fútbol femenino. La ceremonia encumbró este lunes a Nadine Kessler, centrocampista del Wolfsburgo, como mejor jugadora de 2014. La cita sirvió, además, de escenario para un nuevo capítulo de la lucha del grupo de más de 60 jugadoras que han demandado al máximo organismo del fútbol por decidir que el Mundial de Canadá de 2015 se dispute sobre hierba artificial.

Los números situaban a Kessler, de 26 años, como la favorita para llevarse al galardón, la única que todavía no lo había ganado. “Por méritos deportivos es la que más se lo merece. Ha ganado la Bundesliga y la Champions”, dijo sobre ella la española Vero Boquete, que la tuvo enfrente en la final de la Liga de Campeones cuando militaba en el Tyressö sueco. La gallega, además, se convirtió el año pasado en la primera española nominada a este galardón, aunque finalmente se quedó fuera de las tres finalistas.

Kessler se impuso a dos veteranas de vitrinas repletas: la estadounidense Abby Wambach, mediocentro del Western New York Flash, de 34 años; y la brasileña Marta Vieira da Silva, delantera del Rosengard, de 28 años. La primera ganó el galardón en 2012, y la segunda extendió su hegemonía desde 2006 a 2010. “Nunca me imaginé que me iba a encontrar en un momento tan maravilloso”, expresó Kessler, emocionada, al recoger la distinción. Además, su entrenador en el Wolfsburgo, Ralf Kellerman, fue nombrado mejor entrenador del año.

Antes de la entrega de premios, las futbolistas aprovecharon para intentar llegar a un nuevo acuerdo sobre la superficie del Mundial de Canadá, que se disputará entre el 6 de junio y el 5 de julio. Wambach se erigió como portavoz del grupo de jugadoras que presentaron ante los dirigentes del fútbol mundial una propuesta: competir sobre superficie sintética todo el torneo salvo los partidos por el tercer puesto, las semifinales y la final, que serían en hierba natural. La FIFA, que tendría que cambiar la norma que obliga a que el Mundial se dispute sobre una sola superficie, ha rechazado la oferta. “Queremos ser tratadas de una forma igualitaria”, comentó Wambach, “pero la FIFA no cambiará su decisión”, añadió.

“Después de cada partido, sé que tendré el cuerpo más dolorido”, recordó en referencia a las consecuencias que se producen al jugar en hierba artificial. “La batalla se podría resolver fácil y pacíficamente”, dijo Hampton Dellinger, el abogado de las jugadoras. “Todo lo que tienen que hacer la FIFA y la Federación Canadiense es aceptar la propuesta realista, de costes asumibles y justa de las futbolistas”. La fase preliminar del caso, que se instruye en el Tribunal de Derechos Humanos de Ontario (Canadá), comenzará en febrero. Dado que el Mundial arranca en junio, el tiempo corre en favor de la FIFA.