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Nadal se pone serio

Después de las exhibiciones de pretemporada, el español abre el curso este martes en Doha tras prepararse con Bruguera y Gasquet, su rival infantil

Juan José Mateo
Nadal, en un entrenamiento en Doha este lunes.
Nadal, en un entrenamiento en Doha este lunes.AS

En un apartahotel de Manacor, en Mallorca, el niño que ganaba a Rafael Nadal descuenta los minutos para el reencuentro. Antes de que el campeón de 14 grandes abra hoy oficialmente la campaña de 2015, en el torneo de Doha (Eurosport), toca que limpie su raqueta de óxido y que la afine para la temporada de cemento. En pretemporada, Nadal, que solo ha jugado siete partidos desde julio de 2014 (se lesionó una muñeca y sufrió una apendicitis), convoca a viajar a su isla a unos pocos profesionales. Hasta allí se desplaza Pablo Carreño, el número 51. También participa el local Jaume Munar, campeón de la Davis júnior y subcampeón del Roland Garros de la categoría (17 años). En el tramo clave de la preparación vuela el francés Richard Gasquet, que le ganó en Les Petits As de 1999, su ‘enemigo íntimo’ desde niños, hoy número 26, junto al que llega una eminencia para poner a punto al mallorquín: Sergi Bruguera, doble campeón de Roland Garros.

“He visto a Rafa más fuerte que nunca, con un gran nivel, pegando fuerte”, cuenta por teléfono el técnico de Gasquet, que desde aquel duelo en el que ambos tenían 13 años jamás ha vuelto a ganar a Nadal (13-0 para el español). “En Barcelona ya apretamos los dientes en pretemporada… y en Manacor, entre el entrenamiento, el gimnasio, e ir al apartahotel, poco tiempo hubo para más. Ha sido una experiencia muy positiva, porque Rafael se entrena para ser el mejor. Trabaja y trabaja. Lucha y lucha”, cierra.

Nadal solo ha disputado siete partidos desde julio de 2014

“Los entrenamientos son muy intensos y a un ritmo superior al que estoy acostumbrado”, certifica a través de un email Carreño, premiado por la ATP como el tenista de mayor progresión en 2013, y enfrentado en 2014 a la dureza del circuito profesional, que le regaló una ristra de sinsabores hasta que logró consolidarse. “Eso me sirve para mejorar. Lo que más me costó de 2014 fue acostumbrarme al nivel y al ritmo de los mejores. Muchos partidos se me escaparon por muy poco debido un poco a la falta de experiencia y un poco a la falta de costumbre de jugar encuentros tan largos e intensos”.

A los 28 años, Nadal no se enfrenta a eso desde octubre de 2014: a lo largo del curso pasado sufrió una lesión en la espalda, otra en la muñeca y una apendicitis. En consecuencia, el 1 de diciembre se reincorporó gradualmente a los entrenamientos (para evitar nuevos dolores); cuando pudo buscó la máxima intensidad en las prácticas (para recuperar el ritmo); y puso el acento en lograr ligeros cambios en el saque (menos potencia y mejores ángulos y colocación para construir un inicio de jugada más ventajoso). La temporada 2015 le descubre con tantas certezas como dudas. En 2014, el español celebró Roland Garros, lo que le convirtió en el primer tenista en ganar al menos un grande durante diez cursos seguidos. Al mismo tiempo, el cuerpo le dio más trabajo que los contrarios. Sus dos exhibiciones de pretemporada, ante Andy Murray (derrota por 2-6 y 0-6 tras desaprovechar 12 bolas de break) y Stan Wawrinka (victoria por 7-6 y 6-3) han subrayado tanto los problemas con los que llegará al Abierto de Australia (desde el 19 de enero) como las soluciones. “No tuve ritmo y en muchas ocasiones estuve fuera de posición”, dijo. “Dominé muchos puntos pero no pude ganarlos. He de ajustar cosas”.

El vestuario observa con inquietud su evolución. El campeón de 14 grandes tiene la posibilidad matemática de superar el récord de torneos del Grand Slam (17, en posesión de Roger Federer, que también puede aumentar su lista). No ha descuidado nada. Uno que le conoce desde niño, que ha visto las cumbres y las simas de una carrera como no habrá otra, lo resumió así en L’Équipe: “No se detiene nunca. Cuando le ves entrenarse, lo entiendes todo. Esa intensidad en el trabajo se ha convertido en rutina para él. No hay una pelota golpeada a menos del 1000%”. Palabra de Gasquet.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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