Di Matteo y el dique vulnerable
El técnico italiano intenta rearmar al Schalke, que hace 10 meses sucumbió 1-6 también en octavos ante el Madrid
En su habitual tono mesurado, Emilio Butragueño decidió parafrasear al célebre Juan Gómez Juanito para analizar el emparejamiento del Madrid con el Schalke en la eliminatoria de octavos de la Champions: “90 minutos en Alemania son muy peligrosos”, señaló el director de relaciones institucionales del club. Sin embargo, atendiendo al precedente de la temporada pasada, el conjunto blanco salió bien parado del sorteo de Nyom puesto que esquivó a rivales como Juventus, Manchester City, PSG o Arsenal y se encontró con un equipo al que pasaportó en marzo por un contundente global de 9-2 rumbo a La Décima. Los de Ancelotti resolvieron el cruce en Gelsenkirchen tras vencer 1-6 en el Veltins Arena (con dobletes de Cristiano, Benzema y Bale) y completaron el trámite en el Bernabéu con otra goleada (3-1), en un partido marcado por la grave lesión de ligamentos de Jesé, hoy recuperado.
Pero, como apuntó Butragueño, hubo un tiempo en que Alemania era territorio escarpado para el Madrid. Antes de esas goleadas al Schalke, los blancos visitaron 25 veces Alemania en competiciones europeas, sumando una sola victoria (2-3 en Leverkusen, en septiembre de 2000), seis empates y 18 derrotas. La maldición quedó rota este año, puesto que tras el 1-6 de Gelsenkirchen en octavos llegó el histórico 0-4 en Múnich ante el Bayern de Guardiola en semifinales. Entre medias, eso sí, un sofocón en Dortmund (2-0) en cuartos, donde ya se truncó en su día la tercera carrera europea del Madrid de Mourinho (4-1 en la ida de semifinales de 2013). “El fútbol es cruel y tenemos experiencia de lo que pasa cuando hay falta de concentración; 10 minutos de despiste en Alemania te pasan una factura altísima”, señaló Butragueño aludiendo a esos duelos.
El Schalke, dirigido desde octubre por Roberto Di Matteo, se clasificó para octavos como segundo del grupo G, tras el Chelsea, y ocupa la sexta plaza en la clasificación de la Bundesliga con 23 puntos en 15 jornadas (siete victorias, dos empates y seis derrotas), a 16 puntos del líder, el Bayern de Múnich, después de un curso marcado por la irregularidad. Y no olvida el zarandeo de hace 10 meses. “Recordamos la paliza que recibimos la temporada pasada y sabemos que el Real Madrid es uno de los mejores del mundo, pero a equipos así también se les puede ganar”, dijo Benedikt Höwedes tras conocer el emparejamiento.
El central es el puntal defensivo en el que confía Di Matteo para afianzar un dique vulnerable de un equipo inconsistente. El técnico italiano, que suplió a Jens Keller en su primera aventura tras salir del Chelsea con la Champions de 2012 en su currículo, se ha arropado preventivamente con un esquema de tres centrales y dos carrileros largos, el austriaco Christian Fuchs y el japonés Atsuto Uchida. Ambos son los encargados de dar sustento a lo más lustroso de su repertorio, los dos puntas: el holandés Klaas Jan Huntelaar (31 años) y Eric-Maxim Choupo-Moting (25), futbolista camerunés de origen alemán. Entre los dos han logrado 20 de los 35 goles que suma el Schalke en lo que va de temporada.
La dosis de talento que permite hilvanar el ataque del conjunto alemán está concentrada en las castigadas piernas del joven Julian Draxler. A sus 21 años, el mediapunta de la escuela de Götze sufrió en noviembre su enésima lesión —rotura del tendón semimembranoso— y de su recuperación y continuidad dependerá la envergadura del Schalke cuando llegue la cita ante el Madrid. Para el recuerdo, su remate a bocajarro, que pudo suponer el empate en la ida del curso pasado y la estirada de Casillas que lo evitó y dio paso a la goleada. Aquel día el Madrid vivió una fiesta en la cuenca del Ruhr pero, durante años, a los blancos 90 minutos en Alemania se les hacían muy largos.
La secuencia del Madrid más ganador de la historia comenzó precisamente el 16 de septiembre en el Bernabéu ante el Basilea (5-1) en el estreno de la presente edición de la Liga de Campeones. Desde entonces, 20 triunfos consecutivos con un abrumador balance de 75 goles a favor y tan sólo 10 en contra. La contabilidad general de los blancos en lo que va de temporada es de 22 victorias, un empate y tres derrotas en 26 partidos oficiales, con 83 goles a favor y 18 en contra. El reto del campeón rumbo a La Undécima es doble. Desde que la Copa de Europa se convirtió en la Liga de Campeones ningún equipo ha logrado el título en dos ediciones consecutivas. La carrera hasta la final tiene seis etapas. La cita, el 6 de junio de 2015, en el Olympiastadion de Berlín.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.