La banda de Ramos manda en Marruecos
Ancelotti confía su Madrid a la mejor reunión de zagueros del planeta en el debut del Mundial de Clubes
Florentino Pérez dice que no sabe quién manda más en el vestuario del Madrid, si el entrenador Carlo Ancelotti o el segundo capitán Sergio Ramos. La duda del presidente se justifica en el tremendo carácter de Ramos, cuyos tres goles repartidos entre la semifinal y la final de la última Champions, imprescindibles para lograr la Décima, solo sirven para explicar una parte de su influencia. Cómplice fundamental de Ancelotti, el sevillano es el jefe de los defensores, un grupo de jugadores que hace el trabajo más oscuro de un equipo brillante. Un trabajo que nadie resume con más perfección que los cuatro centrales de la plantilla: el propio Ramos, Pepe, Varane y Nacho.
A finales de 2013, Xabi Alonso se reunió con Ancelotti para expresarle sus dudas sobre la viabilidad del 4-3-3. El mediocentro, que por entonces era el principal interlocutor de la plantilla con el técnico, le apuntó que el módulo con tres puntas no se sostenía por su racionalidad, ni por su armonía natural, sino por el esplendoroso estado de forma que atravesaban Pepe y Ramos. Pues bien, un año más tarde el dibujo táctico sigue dando una impresión de desequilibrio inminente, pero la zaga madridista no afloja. La defensa que sostendrá al Madrid en el Mundial de Clubes de la FIFA que se celebra en Marruecos no solo conserva el filo de su pareja de centrales titulares sino que se ha reforzado. Varane ya no sufre inflamaciones crónicas en su rodilla derecha, tras ser operado del menisco, y el canterano Nacho, de 24 años, se ha consolidado como un marcador de gran oficio. Entre los cuatro componen el mecanismo de compensación de un equipo volcado al ataque que, paradójicamente, resulta casi infranqueable para los adversarios que le atacan.
El sevillano es el jefe de un grupo que hace el trabajo oscuro de un equipo brillante
El comportamiento de los centrales revela los altibajos del equipo. En las siete primeras jornadas de Liga, coincidiendo con la crisis del arranque de la temporada, Pepe, Ramos y Varane recuperaron una media de 14 balones por partido e hicieron un promedio de tres faltas cada jornada. Fue la época más dura. Luego se lesionó Bale y el Madrid, con el 4-4-2, jugó sus partidos más refinados. Los duelos contra el Levante, el Liverpool, el Barcelona y el Granada, tres exhibiciones de dominio del juego a través del control del balón, se reflejan en la disminución de las variables que determinan el trabajo de los centrales cuando están bajo presión. En esos partidos en los que el Madrid tuvo la posesión Ramos y Pepe pasaron de cometer tres faltas a una y media de promedio por partido, y de 14 robos de balón bajaron a ocho por encuentro. Luego, el regreso de Bale y la lesión de Modric alteraron el perfil del equipo una vez más. El Madrid perdió manejo de balón, recurrió al contragolpe con más frecuencia, y los centrales aumentaron sus disputas. Contra Eibar, Málaga, Celta y Almería, promediaron 12 recuperaciones por partido y tres faltas.
La solvencia de los defensas ha permitido al Madrid mantener el nivel competitivo a pesar de las alteraciones tácticas y las lesiones de Bale, Modric y James. En Valdebebas los técnicos coinciden en que se encuentran ante la mejor reunión de defensas que existe. Primero, como repite Ancelotti, porque “Pepe y Ramos son la mejor pareja de centrales del mundo”. Segundo, porque Varane, a sus 21 años, es el central con mayor proyección del planeta y los médicos confirman lo que hace un año no estaban en condiciones de asegurar: el francés se ha recuperado de su lesión. “Por cada uno de estos tres jugadores hay clubes, como el City, el PSG o el Barça, que pagarían 50 millones de euros sin dudarlo”, explica un empleado madridista muy próximo al cuerpo técnico.
Lejos de mostrarse celoso de su autoridad, Ancelotti promueve la consolidación de los líderes como Ramos. “Creo que contamos con cuatro jugadores muy buenos a nivel individual y profesional”, observó el técnico. “Los cuatro podrían jugar en cualquier equipo del mundo. Tenemos suerte. Hay que valorar el trabajo que hace el resto del equipo para aliviar a los defensas. Pero es una realidad que Ramos, Pepe, Varane y Nacho están entre los mejores centrales del mundo".
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