El Atlético, rey del banderín

Se ha instaurado el Atlético como el indiscutible rey del banderín. Desde la esquina, una vez más, abrió un partido que se le complicó en el último tercio por no cerrarlo a tiempo. Hasta la esquina llegó Koke con una jugada muy ligada. Una retahíla de toques que terminó por dejar pasar Arda para que Koke la estrellara contra la mano de Weligton. No decretó Teixeira Vitienes penalti, pero los córners y las faltas laterales en este equipo ya lo parecen por esa quincena de goles a balón parado que colecciona esta temporada. Allí fue Koke, con ese trote tan futbolero que balancea los hombros. Levantó la cabeza y vio a Tiago en el primer palo rompiendo a desmarques a Santa Cruz. Cuando hizo el bueno, el que ya le enfiló hacia ese primer palo, Koke le puso esa pelota tensa tan dañina y Tiago la embocó con un cabezazo ajustado a media altura que fusiló a Kameni. No se había cumplido el cuarto de hora y el campeón ya había logrado desmontar al ordenado Málaga, que se presentaba en el Calderón con cinco victorias consecutivas, pero sin Amrabat. La ausencia del futbolista marroquí dibujó durante casi todo el partido a un equipo de buenas hechuras, pero melancólico de su delantero. Jugó bien colocado el Málaga, sin descomponerse sujetado por Camacho y Darder. También enseñó el equipo de Gracia tener los canales de juego muy claros hacia sus bandas, principalmente la de Samu Castillejo, que paseó su verticalidad y su zurda exquisita cuando su equipo se soltó en el segundo tiempo

 Hasta entonces, el Atlético había controlado el partido con sus mejores códigos. El arrinconamiento del contrario por ocupación del campo. Trenzaba con poco daño el equipo de Simeone y no le daba para acercarse hasta Kameni. Hasta que Mandzukic firmó una buena maniobra pegado en la banda. Recibió de espaldas y fue a encimarle Weligton. Se giró bien el croata y vio la entrada en ruptura de Arda por la derecha. El turco cruzó la pelota para que la empujara en el segundo palo Griezmann. Hubo tantas felicitaciones para Mandzukic como para el francés, al que esta vez su entrenador hizo jugar caído a la banda izquierda. Una novedad, porque hasta ahora le había hecho jugar mucho por dentro. También regresó al once Tiago, que hasta que sus competidores, Gabi, Mario y Saúl no lo remedien, es el mejor mediocentro del equipo en lo que va de temporada. También Ansaldi se destacó en su pelea por el puesto con Siqueira. Si el brasileño responde a todos los clichés del lateral brasileño anárquico, el argentino es un manual de ortodoxia. Elige bien cuando subir, tiene una lectura del juego muy clara y una pierna izquierda que templa centros con mucha precisión.

Con esos dos latigazos que fueron los goles pareció que Simeone podría contar por primera vez con algo que busca mucho y pocas veces encuentra: la posibilidad de dosificar al equipo cerrando el partido pronto. La salida del Málaga en el segundo tiempo ya avisó de que esta vez tampoco sucedería. Juanmi empaló alto una prolongación de Santa Cruz con toda la portería a su favor. Se replegó el Atlético esperando una contra ya sin Mandzukic, con el que el contragolpe se puede dar por finiquitado en este Atlético. Metió a Raúl Jiménez y se encontró con el gol de Santa Cruz. Enganchó el paraguayo una rosca en carrera de Samu Castillejo que dio paso a un partido más abierto.

Se rompió el juego por el medio y se jugó más a dos porterías en la última media hora. Ansaldi le puso un caramelo en la cabeza de Raúl Jiménez que este remató centrado tras un salto prodigioso. Respondió el Málaga plantándose ante Moyá, pero Godín se cruzó antes de que Samu Castillejo pudiera conectar un remate que sonaba al empate. En ese fervor, Griezmann no vio a Godín en el segundo palo, como tampoco vio Raúl Jiménez a Arda a su derecha en dos ocasiones claras. Sí vio Tiago al central uruguayo para darle de cabeza, tras un córner, el tercer tanto que Godín remachó también con la testa. De nuevo, un córner, cerró el partido y el Atlético se ratificaba como el rey del banderín.