Dos suplencias ‘millonarias’
David Ferrer y Feliciano López viven como “un premio” a su buen curso su presencia como reservas en la Copa de Maestros ● Los dos españoles se garantizan 68.000 euros
Tras los ocho maestros, dos tenistas hipercualificados. David Ferrer y Feliciano López han aceptado la invitación de la organización de la Copa de Maestros, que reúne a los ocho mejores jugadores del curso entre el 9 y el 16 de noviembre, para acudir como reservas y suplir a cualquiera de sus compañeros en caso de lesión. La decisión de los treintañeros españoles, que al viajar se garantizan 85.000 dólares por cabeza, casi 68.000 euros, solo tiene en común el pasaporte.
Los grupos de la Copa de Maestros (9-16 de noviembre)
- Grupo A: Novak Djokovic (Ser.), Stan Wawrinka (Sui.), Tomas Berdych (R. Ch.) y Marin Cilic (Cr.).
- Grupo B: Roger Federer (Sui.), Kei Nishikori (Jap.), Andy Murray (R. U.) y Milos Raonic (Can.).
Ferrer, que se ha ganado la plaza por derecho propio —se quedó justo en la frontera que separa a los clasificados de los que no jugarán la cita— acude a Inglaterra pensando en la próxima temporada, ya que aprovechará sus días a orillas de la Isla de los Perros para probar raquetas y cordajes con vistas a 2015. Feliciano López, por su parte, ha logrado el billete como 14º mejor tenista de la temporada, lo que significa que Grigor Dimitrov, Jo-Wilfried Tsonga y Ernest Gulbis renunciaron al puesto, y por eso viaja impulsado por un espíritu hedonista, inspirado por el placer de disfrutar desde dentro de una competición que representa uno de los pináculos de su deporte, y que desconoce.
“Obviamente [voy] porque es un premio a mi temporada y una oportunidad única de vivir el Master desde dentro”, cuenta el toledano, que a los 33 años ha terminado en la mejor clasificación de toda su carrera tras un curso lleno de brillos, como el de su delicioso título sobre la hierba de Eastbourne, que logró de sutileza en sutileza; o sus semifinales en el Masters 1.000 de Shanghái, que le vieron moverse con una ligereza y una plasticidad impropia de un tenista de su generación. “Ojalá algún día sea jugando entre los ocho [mejores del mundo]”.
“Y David”, explica Albert Molina, su representante, amigo y confidente; “no va hasta allí por un tema de dinero, ni de contratos [muchos tenistas tienen acuerdos de patrocinio que recogen bonus si juegan en Londres], sino porque le toca seguir entrenándose, probar raquetas y cordajes, y ahí lo puede hacer con gente de nivel”, describe Molina. “Es, además, un pequeño premio que se ha ganado, porque este año ha sumado más de 4.045 puntos, una marca que muchos otros años le hubiera valido para estar en Londres. Luego aprovechará para compaginar sus vacaciones con una Liga de exhibición en India”, cierra sobre el alicantino, que ayer descendió del número cinco al número diez mundial, y que próximamente anunciará el nombre de su nuevo entrenador.
Para los tenistas titulares, el fijo por participar es de 155.000 dólares, casi 124.000 euros. El dinero, sin embargo, no garantiza la salud. Si alguien tiene algún problema, el torneo puede estar tranquilo: tiene dos suplentes de lujo.
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