Carvajal es un pilar del Madrid
Gallego, Toril y Ancelotti destacan la importancia del lateral en el nuevo esquema
La final del Mundial de clubes Sub-18 de 2009, disputada entre el Madrid y el Barcelona en el campo del Rayo, comenzó con una mala noticia para el Madrid: el lateral izquierdo se lesionó. El percance obligó a Dani Carvajal, el lateral derecho, a cambiarse de banda. Cuando el Barça metió el 0-1, la suerte pareció definitivamente favorable a los azulgrana. "Entonces apareció Carvajal", recuerda Ricardo Gallego, "recorrió el campo de su área al área del rival y marcó el empate. Al final ganamos 2-1".
Ricardo Gallego, el medio centro del Madrid que arropó a la Quinta, era por entonces director de la cantera de Valdebebas. Parco en palabras, nunca se caracterizó por elogiar tanto como por corregir a los jugadores. Pero con Carvajal es distinto. "No había más que ver cómo entrenaba para darse cuenta de qué clase de jugador era", recuerda. "El mejor lateral derecho que ha dado la cantera desde Chendo".
“Como Alves, es grande porque influye en el juego de todo el equipo”, dice Toril
El Madrid crece futbolísticamente y el público se vuelve hacia los goleadores para explicar el fenómeno de la consolidación. Pero no son los atacantes los que pueden garantizar la estabilidad del funcionamiento del equipo sino los que más tienen la pelota: los volantes, los centrales y los laterales. Marcelo y Carvajal son los dos virtuosos que mantienen vivas las bandas, apoyan el mediocampo, suministran a los extremos, defienden con el balón y se repliegan si el equipo lo pierde. Su enorme trabajo pasa desapercibido para la mayoría pero no para el entrenador. Carlo Ancelotti sabe que su modelo de 4-3-3, con tendencia a partirse en un 4-2-4, solo se puede sostener con excelentes laterales polivalentes que sepan presionar y mantener la posesión en campo contrario. "Como jugamos nosotros", dijo Ancelotti, "con tres medios, necesitamos más trabajo arriba de los laterales para combinar con los medios y los delanteros".
Frente a Arbeloa, cuyo oficio para la marca está fuera de dudas, las cualidades de Carvajal, de 22 años, ofrecen muchas más soluciones en el nuevo sistema. El joven regatea mejor que el veterano (una finta cada 102 minutos frente a una cada 532) y quita más balones al rival (un robo cada 14 minutos frente a uno cada 26). Contra el Athletic, el 1-0 llegó tras dos incursiones suyas.
Alberto Toril, que fue su entrenador en el Castilla, no se sorprende de que Carvajal se haya hecho con la titularidad. "Dani", dice el técnico, "tiene dos características que me gustan especialmente. Primero, su influencia en el juego. Un lateral demuestra que es un gran jugador cuando es capaz de incidir en el juego del equipo. Lo hemos visto en Abidal, en Jordi Alba, en Alves, o en Marcelo. Carvajal es muy completo en todo. Tal vez lo único que le falta en los últimos metros es tener un poco más de pausa para tomar la decisión correcta. Lo irá adquiriendo con los años".
“No necesitaba pasar un año en la Liga alemana para demostrar su calidad”, dice Gallego
"El segundo valor que destaco es el carácter competitivo", añade Toril. "Es de los que arrastran al resto de los compañeros cuando las cosas no van bien. Aprieta los dientes. Es un líder en el campo por el trabajo y ese carácter que transmite. Cuando las cosas van mal es tremendo. Es un ganador. Si ahora ha demostrado estos valores, cuando tenga tres o cuatro años en el Madrid será capitán".
Gallego lamenta que los aficionados solo miren el resultado: "Los grandes defensas no llaman la atención como los grandes delanteros pero son fundamentales para el juego del equipo. Dani siempre fue así: no necesitaba pasar un año en la Liga alemana para demostrarlo".
La última recomendación que Gallego hizo al Madrid antes de que lo despidieran, en 2009, fue sencilla: "¡No se gasten el dinero en fichar un lateral derecho!".
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