Nunca un segundo le supo mejor a Márquez

Nunca supo mejor un segundo puesto. Está tan convencido Álex Márquez de que se convertirá en campeón del mundo a final del curso que no pierde ni los papeles ni la ambición siquiera en una pista complicada como era la de Alcañiz este domingo. En una jornada que pareció no empezar nunca a causa de la intensa niebla. En una carrera que se corrió en seco aunque sobre una pista todavía algo mojada, con una línea seca, con zonas húmedas, con auténticos charcos. Una trampa detrás de otra. Terreno abonado para las sorpresas, claro. Y la sorpresa fue ver al líder del Mundial (que ya no lo es) por los suelos. Era la cuarta vuelta y Miller, Rins y Márquez, los tres gallitos que se disputan el título de amos de este corral, se peleaban por encabezar el pelotón. Llegaban los tres al final de la contrarecta. Márquez, ayudado por el rebufo de Miller, le adelantó y buscó el interior de la curva 16. Pero el australiano aguantó por fuera. No quería que se le escapara. Se tocaron y el de KTM no pudo evitar una brusca caída.

Miller volvería a la pista, pero todo estaba perdido ya. Lo hizo seis minutos más tarde, después de pasar por su taller, y con tes vueltas perdidas respecto al ganador de la prueba, que fue un bravo Fenati, 13º en la parrilla, excelente en la remontada, atrevido en los adelantamientos y listo en la gestión de las últimas curvas. Es difícil saber si lo tenía calculado al milímetro, pero le vino de perlas al italiano hacer la última vuelta detrás de Márquez. Había llevado el peso de la carrera el hermano pequeño del campeón de MotoGP; se tuteó con Fenati unos cuantos giros, idéntico el ritmo de ambos, tranquilo ya su caminar hacia la meta (habían sobrevivido a un sinfín de caídas, en cabeza y en la cola, a un montón de sustos, consecuencia de una pista cuyas condiciones no invitaban a arriesgar más de la cuenta, ni a salirse de la línea marcada), hasta que decidió volver a ponerse en cabeza a falta de cuatro vueltas.

Danny Kent, con un ritmo incluso mejor que el suyo, les había estado recortando distancias y se acercaba demasiado. Y Márquez tomó la iniciativa, decisión que terminaría costándole la victoria. Pues había pocas cosas más difíciles en este circuito de Alcañiz que conservar la posición al final de la contrarecta. Lo sabía el chico del equipo de Alzamora. Pero tiene las cosas tan claras y la sangre tan fría que tenía claro que lo más importante este domingo era acabar en el podio. De poco importaba ser primero o segundo. Sí, el mordisco hubiera sido más grande. Pero un segundo en una jornada como esta sabe a gloria, como la gloria a la que aspira antes de que el Mundial eche el candado en Valencia. La caída de Miller y el susto que se llevó Rins (cuarto), también, cuando le perseguía al principio de la prueba, le convierten en el nuevo líder de Moto3.

Tenía claro que lo más importante este domingo era acabar en el podio

Siempre, claro, que dirección de carrera no decida sancionarle por la acción que terminó con su rival fuera de la pista. El incidente está bajo investigación. Aunque no parece que la acción vaya a afectar directamente al resultado de la carrera. “Alex estaba en la zona húmeda y quería la trazada seca, que era la que yo tenía, me ha empujado y me ha tirado”, explicaba Miller en televisión al terminar la prueba. “Es un incidente de carrera. Yo estaba por el interior y en la zona húmeda, él en la seca”, asumió Márquez. Su versión, incluso, la amparan en el equipo oficial de KTM para el que corre Miller: “Jack iba por fuera y Márquez por dentro. No creo que nadie haya chocado intencionadamente, es un incidente de carrera”.