El desafío de Simeone

El paso de los partidos ha ido convenciendo a Diego Pablo Simeone de que esta temporada tiene entre sus manos una tarea tan complicada como desafiante. Por la configuración final del plantel tiene la necesidad de mezclar la velocidad y el juego combinativo con la pegada y la pesada carrocería de Mandzukic. El delantero croata puede reaparecer esta noche ante el Sevilla (20.00 C+Liga y Gol T) y lo hará con una máscara de última generación para proteger su fracturado tabique nasal. El exigente calendario, en la semana entrante se verá las caras con el Juventus en el Calderón y visitará al Valencia, apremia esa necesidad del técnico argentino por perfilar y pulir el juego de ataque. En este sentido son reveladoras unas declaraciones de Simeone al diario argentino La Nación, en las que después de explicar que habían implantado un estilo diferente al que juegan la mayoría de los equipos españoles advertía: “Ahora deberemos ir cambiando para adaptarnos a los nuevos jugadores y encontrar la manera de potenciarlos”.

Deberemos ir cambiando para adaptarnos a los nuevos jugadores y encontrar la manera de potenciarlos"

Antes de viajar a Almería, Simeone vio repetido en su domicilio el empate con el Celta. El técnico quedó muy satisfecho con algunos momentos de sus futbolistas en ataque. Apreció un manejo de balón dañino, pero también acusó la falta de un finalizador puro. Desde su pragmatismo, cualquier propuesta necesita de un goleador que la cristalice. La idea de Simeone es mezclar parte de lo que se vio en Atenas, sin incurrir en la previsibilidad de solo colgar centros a la cabeza de Mandzukic, con el dinamismo y la velocidad con la que su equipo se manejó durante muchos minutos ante el Celta sin las limitaciones que supone el croata.

“Mandzukic es la única referencia de área que tenemos. Los demás son más segundos delanteros. El juego combinativo es bueno cuando tiene final de jugada y él es un finalizador. Hay que unir esas dos cosas, combinar y tener final de jugada”, dice Simeone, que hoy regresa al banquillo tras cumplir una sanción de cuatro partidos en Liga (tiene pendientes otros cuatro de Supercopa).

Las salidas y la llegada de nuevos jugadores nos afecta a los de atrás" Miranda

Dice El Cholo que no se siente cómodo desde esa posición tan de mánager inglés porque le impide interactuar con sus futbolistas, pero también asegura que “desde arriba se ve mejor el fútbol”. Desde ahí ha contemplado, en algunos partidos como el de Atenas, cómo su equipo perdía una de las grandes dovelas tácticas que lo sostenían y desesperaba a los contrarios. Los centrocampistas y los delanteros estaban demasiado alejados cuando el contrario recuperaba el balón y no podían detener su salida con un robo o con una falta táctica ni obligarle a forzar un pase largo, donde sus centrales se sentían ganadores. En el vestuario se comenta que quizá la defensa deba adelantarse un par de metros para ayudar a encajonar al contrario.

El cambio de piezas este verano ha afectado al juego de ataque por lo cómodo que se sentía el equipo con Diego Costa como referencia. Con Mandzukic, y aquí también hay que incluir a Griezmann al que Simeone le demanda “más continuidad en su juego”, el Atlético aún no tiene bien automatizados los movimientos defensivos. “No es normal”, advierte Miranda, “encajar cinco goles en dos partidos como nos sucedió ante el Olympiacos y el Celta”. El central habla de un equipo “en formación”. “Las salidas y la llegada de nuevos jugadores nos afecta a los de atrás porque este equipo defiende desde los delanteros hasta los defensas. Cuando se cambia se pierde un poco la sintonía”, abunda Miranda.

El desafío de Simeone