Cristiano disimula su condición de ‘nueve’

Cristiano Ronaldo abandonó el Bernabéu ayer seguido de un cortejo de empleados del Madrid. Uno de ellos le llevaba la bolsa con el balón del póker, recuerdo de sus cuatro goles al Elche firmado por los compañeros, para su museo personal. El portugués cumplirá 30 años en febrero, pero no ha perdido la ilusión del cadete. Estaba orgulloso. Ojeaba a su alrededor, en el patio del estadio, en busca de admiradores. Sonreía cuando alguien le preguntó si alguna vez había hecho algo semejante, porque acumulaba siete tantos desde la visita a Riazor del sábado. "Que yo recuerde", dijo, "nunca había metido siete goles en cinco días".

Ancelotti formó al Madrid con una línea de cuatro centrocampistas muy poco ortodoxa, con Illarra y Kroos por delante de la defensa, con Isco a la izquierda como volante central más descolgado, y con James a la derecha fluctuando entre el mediocampo, la banda y la mediapunta. En punta se situaron Bale y Cristiano, dos jugadores que aunque nunca han oficiado de nueves, son capaces de hacer algunas de las cosas que han caracterizado a los nueves históricos con más precisión que ningún delantero centro en la actualidad. Pero Cristiano siempre dijo que no es un nueve y eso ha suscitado debates. Un entrenador que asistió al partido en calidad de observador hizo su aporte a la discusión sobre la verdadera posición del goleador inscribiéndolo en una clasificación reveladora: "Cristiano es un falso no-nueve, uno que hace creer a todo el mundo que no es un nueve".

“Su única diferencia con un nueve es que a él no le gusta jugar con la espalda contra la portería", dice Ancelotti

Dice Ángel Cappa que cuando los futbolistas juegan de espaldas es porque no saben jugar al fútbol. Carlo Ancelotti, el entrenador del Madrid, entiende que la única diferencia entre Cristiano y un punta convencional es que Cristiano, gracias a su capacidad para cubrir espacios a gran velocidad, puede permitirse no recibir de espaldas. "A él", señala el entrenador, "no le gusta jugar con la espalda contra la portería; quiere buscar espacios en banda para tener la portería enfrente. Los movimientos que hace los hace en velocidad, por esto sorprendente dentro del área de penalti. Siempre encuentra la posición justa porque tiene una facilidad de movimientos única".

Los nueve goles de Cristiano en los últimos cuatro partidos contra el Atlético, el Basilea, el Deportivo y el Elche, son una exhibición de sus condiciones como rematador. Se ha alejado de la banda, pide menos el balón al pie y busca desmarques encaminados a dar el último toque. Economiza gestos. Dribla menos. Y no le va mal. "Yo", dijo el jugador tras el partido contra el Elche, "me muevo hacia adentro y hacia afuera. El míster me da libertad para jugar por donde yo me sienta bien. Por eso no tengo una posición específica. Según se va desarrollando el partido veo los sitios donde puedo hacer más peligro. Este sistema que empleamos no es un 4-4-2 puro. Es flexible. Y no afecta mucho a mi manera de jugar. Me siento cómodo".

"El míster me da libertad para jugar por donde yo me sienta bien. No tengo posición específica", dice Cristiano

La tendinitis en la rodilla izquierda que martirizó a Cristiano desde febrero parece en vías de curación después de dos meses y medio de más descanso que actividad. Parar en la segunda jornada de Liga y saltarse la convocatoria de Portugal para las eliminatorias de la Eurocopa le ha servido de mucho, según él. "Ha sido un descanso activo", explicó. "En 12 años de carrera siempre había hecho pretemporada. Este año no hice porque tuve que descansar por los problemas que tuve al final de la temporada pasada. Estos diez días sin competir me han venido muy bien porque he entrenado, descansado y recuperado. Estos goles son el reflejo del trabajo que hice".

"Cada día me siento más rápido", prosiguió. "Partido a partido voy cogiendo más ritmo. Este es el cuarto partido que hago de 90 minutos y todavía me falta ganar un poquito más de ritmo porque he estado mucho tiempo parado. Por eso no es el momento de descansar. El míster ya tendrá ocasión más delante de hacer las rotaciones conmigo. En este momento necesito jugar. No tengo molestias muy grandes, salvo algunas cositas. Obviamente cuando empiezas a competir y juegas con dos días de recuperación no consigues recuperarte al 100%. Pero me siento bien y el míster está gestionando muy bien el equipo".