Desde lejos también vale

Sentado alrededor de una mesa con sus amigos, Pep Guardiola se sorprendió al releer un periódico. “¡Ostras! Sabía que no chutábamos mucho desde fuera del área, pero no sabía que chutábamos tan poco”, señaló al tiempo que se rascaba la cabeza, síntoma de reflexión. Era su primer año como técnico del primer equipo del Barcelona, allá en la temporada 2008-2009, y desde la marcha de Deco —auspiciada por el propio Guardiola, que también entregó la baja a Ronaldinho— nadie había cogido el relevo de francotirador, de lanzar obuses desde media distancia. Una laguna, en cualquier caso, que se ha reproducido sistemáticamente en el Barça hasta el día de hoy. Y un agujero que quiere solventar el actual técnico azulgrana, Luis Enrique, por más que frente al Levante pidiera turno Rakitic, toda vez que un cañonazo suyo desde 27,57 metros de distancia y a 91 km/h desde fuera del área sirvió para batir al guardameta Jesús. Pero aún queda tarea por hacer.

En los entrenamientos, Luis Enrique no duda en instar a sus jugadores a chutar, a probar al portero, a explorar la vía del disparo porque, entre otras cosas, es más sencilla [y por lo general menos efectiva] que tocar hasta la cocina. “Sí, nos pide que sorprendamos, que lo intentemos”, aseguran desde el vestuario. “No es que hayamos incorporado nosotros el disparo de media-larga distancia”, intervino Luis Enrique en la rueda de prensa previa al partido de hoy ante el Málaga (22.00 / C+); “pero sí que la incentivamos, sí que estimulamos a los jugadores a que se atrevan a hacerlo”. Pero, por el momento, sólo se lo ha tomado al pie de la letra Iniesta, que suma cuatro intentos —uno por partido liguero—, además de Rakitic y Messi, que cuentan tres. Así, el Barça realiza 4,5 disparos por partido, un 9,1% del total (acumula 50 remates en la Liga). Curiosamente, el porcentaje es menor que en temporadas anteriores, cuando los chutes desde el balcón del área se cifraron en un 9,5% (2013-14), 10,1% (2012-13) y 9,7% (2011-12).

La distancia media de los disparos lejanos del Barça es de 26,5 metros, cuando el límite del área es de 16,5. “Chutar desde fuera es algo que desde el cuerpo técnico nos insisten”, explicó el propio jugador croata tras el tanto ante el Levante; “es una buena opción para llegar a portería”. Le dio la razón Luis Enrique: “Ese chut de media-larga distancia es muy interesante, incluso con esos equipos que juegan replegados porque al chutar, el balón puede rebotar en alguien y acabar en gol”. Ocurre, en cualquier caso, que la puntería chirría hasta el punto de que de todos los obuses sólo el de Rakitic dio en la diana, más allá de un disparo al palo de Iniesta contra el Elche. Nada nuevo, sin embargo, en el Barcelona; desde Deco que nadie sorprende desde la medular, por más que Keita sí irrumpiera desde atrás para rematar de cabeza o Touré Yayá desempolvara en ocasiones contadas sus cañones.

Con el paso del tiempo, el Barça de Guardiola se corrigió algo, expresado en la final de la Champions de 2011 cuando se impusieron al Manchester United (3-1) con dos goles desde fuera del área materializados por Messi y Villa. Con Luis Enrique queda por ver si se superan los registros —“es que quedan muchas cosas por mejorar”, asume a cada intervención pública el entrenador—, algo que, sin embargo, tampoco parece afectar demasiado al transitar del Barça, imbatido e invicto.