“Puede que Gala se siente en el banquillo y puede que no”

José Luis Escañuela (Sevilla, 1964), presidente de la Federación de Tenis, gestiona estos días una crisis tan grande como los éxitos que ha conseguido la selección: tras conquistar cinco veces La Ensaladera desde 2000, España ha descendido a Segunda por primera vez desde 1995, sus mejores tenistas no acudieron al cruce por la permanencia, y todos han reaccionado con “sorpresa” al nombramiento de Gala León como capitana. Se muestra convencido de la decisión, pero quiere consensuarla con todos los estamentos del tenis.

Pregunta. ¿Por qué ha elegido a Gala León?

Respuesta. Cuando Arantxa Sánchez Vicario dejó de ser la seleccionadora de la Copa Federación, la dirección deportiva, entonces con Albert Costa, se hizo cargo. Hemos hecho exactamente lo mismo. A la vista de que Carlos Moyà no quería continuar, hemos decidido que la dirección deportiva, en este caso con Gala León, se ocupara de este proceso. Abrimos un periodo de reflexión, en el que hablaremos con técnicos y jugadores para consensuar la decisión que finalmente se tome. Cinco minutos después de la eliminación, intenté localizar a Moyà para renovarle en el acto. Por circunstancias personales, yo no había podido viajar a São Paulo. No pude hablar con él. A partir de que Moyà, nuestra primera opción, no quisiera renovar, el director deportivo asume las funciones.

P. Así que puede que León no llegue a ocupar el banquillo.

R. Puede que sí o puede que no. Dependerá del debate que ahora se abre. Quiero explorar una serie de caminos con el objetivo de despertar la ilusión, de despertar el hambre y de apartar la rutina para movilizar y volver al nivel que tenemos como tenis.

P. ¿Cree que ha generado un debate sobre el papel de la mujer en el deporte masculino?

R. La Copa Federación fue dirigida por hombres durante 20 años. En el tenis somos todos suficientemente abiertos de mente como para saber que no hay debate con estos temas. ¿Se ha producido ese debate en la Copa Federación? Cuando llegué a la federación, peleé que el capitán fuera un motivador. Yo no hablo de sexos, yo hablo de motivación. A mí no me van a encontrar, por convicciones y talante, en debates sobre sexos. Son de innecesario comentario y obsoletos.

P. Los mejores ya no van a la Davis y la federación siempre ha sido comprensiva con sus ausencias. ¿Qué ha hecho mal?

R. En el deporte la motivación es ganar títulos. La Davis nos somete a un examen permanente, trimestre a trimestre y año a año. En cinco años se han ganado dos y se ha llegado a otra final. Sería injusto juzgar a toda una generación por un solo resultado. Soy crítico, pero por un centímetro, como en Brasil [Andújar perdió un partido en el que tuvo bola para la victoria], no se puede hacer un juicio inquisitorial de un deporte.

P. Sin embargo, ya en 2013 se luchó contra el descenso.

Por mis convicciones, no me van a encontrar en el debate sobre sexos. Está obsoleto

R. El formato anual es muy complicado. Hay eliminatorias cada trimestre, lo que implica que los tenistas comparezcan de forma impenitente a cada una de ellas. Hay que reconocer el mérito de los jugadores. Defendimos que el ganador estuviera exento de primera ronda al año siguiente y creemos que el modelo que representa la Federación Internacional está obsoleto. Quizás, la Davis debería ser cada dos años.

P. León planteó estudiar sanciones a los tenistas que no acudían a jugar. ¿Está de acuerdo?

R. Hay que hacer un ejercicio de persuasión y permanente diálogo entre federación y jugadores. La aplicación de la Ley del Deporte [que obliga a los deportistas a acudir a la selección] la tienen que hacer los responsables políticos. Tenemos recursos e instrumentos para conseguir nuestros objetivos sin acudir a eso: motivar, persuadir y convencer.