España se queda huérfana
El descenso de la selección, en declive desde 2011, resume los problemas de la Copa Davis: calendario, ránking y dinero
España perdió la eliminatoria que le enfrentaba con Brasil en la Copa Davis y descendió del Grupo Mundial por primera vez en 19 años. La crisis que llevó a la pérdida de categoría comenzó en 2011, cuando la selección alzó la última de las cinco Ensaladeras que ha conquistado. Entonces, Rafael Nadal, David Ferrer, Feliciano López y Fernando Verdasco anunciaron que el trofeo dejaba de ser una prioridad en sus carreras: "Fin de fiesta", dijeron. Aunque un calendario benévolo permitió alcanzar la final en 2012, algo quedó roto en el equipo y no se ha reparado.
Desde entonces, se han sucedido las reivindicaciones de cambios estructurales (que la Davis sea cada dos años en lugar de anual) y económicos (que se equipare en premios al circuito ATP), mientras el equipo español se desangraba en una sucesión de seleccionadores (tres en cuatro años) y directores deportivos (dos) que no sirvió para tender puentes con los tenistas ni evitó que los Juegos de Londres 2012 fueran los primeros sin medalla desde los de 1988. Así, un país con dos top-10 y siete tenistas entre los 30 mejores se jugó la permanencia con Roberto Bautista (número 15, el 73º en enero) y Pablo Andújar (44), sin victorias en la competición.
El dinero, el ránking y el calendario. El mismo día que España descendía, Pablo Carreño sumaba más de 6.000 euros al ganar el challenger de Sevilla. Que el número 63, a los 23 años el español más joven en el top-100, no viajara a Brasil, refleja varios de los problemas de la Davis. No suma los suficientes puntos para el ránking (ganar todos los partidos posibles en individuales solo reporta 625); los premios pactados por la Federación Internacional (un fijo que nadie revela y cuya fuente principal son los 8,5 millones de dólares recaudados en patrocinios, además de los derechos televisivos) y las Federaciones nacionales (otro fijo, además de un porcentaje de la venta de entradas en las eliminatorias como local) no satisfacen a los jugadores; y los enfrentamientos fuera de casa son considerados un engorro. Además, se juega justo el fin de semana después del Abierto de Australia y de EE UU, lo que dificulta la presencia de las estrellas, porque han estado compitiendo las rondas finales de los grandes.
Nadal, Ferrer, Feliciano y Verdasco anunciaron que el trofeo dejaba de ser una prioridad en sus carreras: "Fin de fiesta", dijeron
La edad de los tenistas. Siete de los 12 mejores españoles renunciaron. Ferrer, Feliciano López y Robredo, los de mejor ránking entre los que podían ir y no fueron (Nadal, de 28 años, está lesionado), tienen 32 años. El alicantino acabó "agotado" el Abierto de Estados Unidos. El toledano vivió con desazón la final de 2012, en la que no jugó. El catalán se presentó en 2013 a la lucha por la permanencia y acabó descorazonado por no competir. Solo Bautista, de 26 años, ha vivido una temporada al alza entre la clase media del tenis español.
Los seleccionadores. Carlos Moyà, que firmó por un año, termina contrato en diciembre. Su continuidad está en cuestión. Desde Albert Costa, que ganó las Davis de 2009 y 2011, ni Àlex Corretja ni el mallorquín han conseguido asegurarse la presencia incondicional de Nadal, que ya no tiene el cuerpo para los mismos esfuerzos que cuando asombró en la final de 2004 con 18 años.
España descendiende del Grupo Mundial por primera vez en 19 años
El futuro. Es previsible que Nadal acuda al rescate. El campeón de 14 grandes prometió su presencia en Brasil, hasta que se lesionó en una muñeca (no juega desde Wimbledon). Con él al frente, la selección volverá al Grupo Mundial antes o después. El problema es el futuro inmediato: más allá de Carreño solo queda el embrión de la generación de Munar (1997), que ganó la Davis júnior en 2013.
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