Chicharito por si falta Cristiano
Ancelotti pidió un punta por temor a que el goleador del Madrid no se recupere de la rodilla.
El Madrid fichó a Javier Hernández, alias Chicharito, para prevenir la baja de Cristiano Ronaldo. Fue el entrenador, Carlo Ancelotti, quien solicitó al club la incorporación de un 9 de auxilio tras regresar de la gira por Estados Unidos, a mediados de agosto. Hasta entonces el técnico no consideró que la concurrencia de más goleadores fuera de importancia estratégica. El puesto estaba de sobra cubierto con Cristiano en plenitud. Pero la salud de Cristiano fue convirtiéndose en una incógnita con el correr de los días.
Ni el reposo obligado de las vacaciones permitió a Cristiano superar la tendinitis que castiga su rodilla izquierda desde enero. Ancelotti observó que el jugador volvía a someterse a largas sesiones de fisioterapia para curar la articulación. Luego, en plena pretemporada, comenzó a dosificarse. Hubo días en que no se entrenó con sus compañeros y, cuando lo hizo, le vieron cojear. Los médicos advirtieron al entrenador de que el problema es grave y admitieron la dificultad de hacer un pronóstico. Estimaron que para recuperarse completamente necesitaría descansar y tratarse durante meses, tal vez hasta Navidades, y que si no mejoraba por la vía conservadora lo recomendable sería someterlo al quirófano. La operación es la última opción porque no supone una garantía y entraña riesgos. Las condiciones físicas de Cristiano, su peso y su potencia, añaden un punto incontrolable. Hay rodillas que no vuelven a quedar bien después de abiertas.
Los médicos estiman que el portugués deberá pasar por el quirófano si no mejora
Ancelotti descartó que el fichaje de un punta fuese una prioridad después de la final de Lisboa. Cambió de idea dos meses más tarde, tras escuchar a los médicos y examinar a Cristiano sobre el terreno. Entonces se dirigió al club y solicitó un 9. No dio nombres. Le bastaba con un buen delantero puro porque en la plantilla había tres jugadores con capacidad para ejercer de puntas —Cristiano, Benzema y Bale— y no podía permitirse quedarse con dos desde el principio.
En el entorno del presidente Florentino Pérez, lo primero que consideraron fue que Ancelotti buscaba un competidor para Benzema. El técnico asegura que nunca pensó en esa posibilidad. Considera que Benzema es demasiado importante como para atormentarlo con artimañas psicológicas. Lo que de verdad preocupó a Ancelotti fue la posible ausencia de Cristiano. Para ese supuesto explicó que Benzema le serviría de comodín: punta, segunda punta, y mediapunta, por detrás del 9 o volcado a un costado. La opción de Chicharito, de 26 años, agradó a Ancelotti. El elegido es perfecto para las posibilidades que imagina, por ejemplo, en un 4-3-3 con Bale, Chicharito y Benzema.
El derbi contra el Atlético, el próximo sábado, pondrá a prueba el último intento de recuperación de Cristiano. El portugués lleva tres semanas haciendo tratamiento mañana y tarde, incluso en su casa, en donde se ha hecho instalar una máquina de vacío que le ayuda a regenerar el tendón afectado. Es muy probable que Cristiano sea titular. Lo que los médicos juzgan imposible es que su rodilla responda al cien por cien.
La versión oficial del Madrid es que Cristiano necesita ponerse a punto físicamente. Sin más. El club resta importancia a la tendinitis. Dicen en Valdebebas que la directiva no quiere que estas dilaciones, por tratarse de un futbolista tan mediático, perjudiquen la imagen de Sanitas, proveedor de los servicios médicos y patrocinador oficial. Los jugadores, que hablan de “oscurantismo”, advierten que incluso a ellos el personal de apoyo les escamotea la información sobre la salud de Cristiano, parea evitar filtraciones. La rodilla de la figura es un tema tabú incluso entre los empleados.
En el club, la opinión es casi unánime, desde el presidente a los futbolistas: Cristiano, de 29 años, es el primer responsable de su penuria. Su obstinación por batir el récord de goles en la Champions le empujó a llevar su cuerpo más allá del límite entre marzo y mayo. Por el camino fingió estar bien, postergó consultas y desatendió las recomendaciones de los médicos de Sanitas para tratarse con especialistas a los que él contrató al margen y que lo animaron a jugar con dolor.
La consecuencia es alarmante. Tan alarmante que Ancelotti está encantado de tener a Chicharito en la recámara.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.