La selección se apellida Gasol

Anunciaba el parte médico que, con las bajas de Ibaka y Felipe, España iba a afrontar su debut en el Mundial con tan solo dos pívots. Pero la contabilidad real del partido demostró que los hermanos Gasol son capaces de multiplicarse en la proporción que demande el equipo. Así lo hicieron. La pareja sumó 48 de los 90 puntos del conjunto de Orenga ante Irán y marcó territorio en un plácido estreno.

El mayor de los Gasol tardó siete minutos en demostrar que afronta el reto de levantar el segundo Mundial con España con una ambición desmedida. En ese tiempo el nuevo jugador de los Bulls anotó 12 puntos y abrumó a todas las piezas con las que Irán intentó contenerle. El primero Sahakian, que con sus 2,00m justos asistió impotente a la exhibición. También Haddadi quedó empequeñecido a pesar de sus 16 puntos. No hubo manera. Pau concluyó la noche con una contundente hoja de servicios (33 puntos, 8 rebotes y 2 asistencias). Marc la completó con otros 15 puntos y 10 rebotes.

En su temporada más difícil en la NBA, Pau y los Lakers concluyeron en el penúltimo puesto de la Conferencia Oeste con 27 victorias y 55 derrotas, la segunda peor marca de su historia. Sin embargo, el anticipado final de curso marcado por los problemas de vértigo que le hicieron perderse 12 de los 13 últimos partidos tuvo la contraprestación positiva de que le permitió preparar mejor que nunca el Mundial. Pau disputó su último partido oficial el 16 de abril y no se concentró con la selección hasta el 24 de julio. Desde 2003 no llegaba con tanto descanso a la selección: 98 días, el que más junto a Ricky Rubio. Con Pau en el equipo, la selección española ha disputado sus últimas seis finales en grandes torneos (Mundial 2006 -oro-, Eurobasket 2007 -plata-, Juegos 2008 -plata-, Eurobasket 2009 -oro-, Eurobasket 2011 –oro- y Juegos 2012 –plata-) y este Mundial es para él una misión personal.

Era el día del estreno. Un día especial. Y se demostró desde bien temprano. Con unos pocos aplausos, el seleccionador, Juan Antonio Orenga, dio por concluida la sesión matinal de entrenamientos y los jugadores se congregaron en el centro de la pista formando, junto a todos los miembros del cuerpo técnico, un círculo de camaradería. Allí estaban también Jorge Garbajosa y José Luis Sáez. Eran las 13.30 en punto de la tarde cuando el presidente de la Federación tomó la palabra y en el corro se hizo la solemnidad. Gestos de concentración, miradas de responsabilidad y ambiente de ansiedad competitiva acumulada. Durante poco más de un minuto, Sáez pasó revista a la tropa y arengó a sus chicos antes de emprender un reto de campeonato. Cuando se deshizo la reunión, el presidente buscó con la mirada a Pau Gasol y juntos protagonizaron un simbólico aparte que se prolongó por espacio de cinco minutos y estuvo cargado de mímica y asentimientos mutuos. Con aires de conjura, los dos principales pilares de la edad de oro del baloncesto español, inauguraban una carrera que, en el mejor de los casos, contará con nueve partidos en 16 días y tendrá la meta en el Palacio de los Deportes de Madrid el 14 de septiembre.

“La tropa está perfecta. Están mucho más tranquilos que nosotros”, resumía Garbajosa tras la sesión. “Han tenido bastantes partidos durante la gira, pero quieren que esto empiece ya. A estos jugadores les apasiona competir”, completaba Sáez. Tantas ganas de baloncesto tenían, que al llegar al hotel y comprobar que era imposible ver el Egipto-Serbia que inauguraba la competición en Granada, mostraron su disgusto a través de su twitter. “Es una lástima que no se puedan ver todos los partidos en directo de la Copa del Mundo que organizamos en casa”, escribió Pau. “¿En serio ha empezado el mundial y no dan ningún partido por TV? Pues vaya, que rollo para los amantes del baloncesto”, le siguió Ricky.

No participó en el entrenamiento matinal Felipe Reyes, con una contusión en el gemelo de la pierna derecha. Sí lo hizo Serge Ibaka, pero al acabar la sesión se marchó cojeando y con tres bolsas de hielo en sus piernas, una en cada rodilla y la tercera en la parte posterior del muslo derecho por culpa de una contractura en los isquitibiales. Ambos se perdieron el partido ante Irán. Sin embargo, ambos estaban en el acta, lo que le valió al capitán del Real Madrid para cumplir los 200 partidos como internacional.

También estaba de enhorabuena Álex Abrines, que por fin pudo debutar con la selección absoluta. El alero de 21 años del Barcelona sufrió una microrrotura en el tríceps de su brazo izquierdo a consecuencia de un golpe en la víspera del primer amistoso de la gira ante Canadá el 6 de agosto y se quedó sin minutos de rodaje. Jugó 4m 48s y después asistió desde el banquillo a la fiesta inaugural con la que España debutó en el Mundial. En la grada, 7.000 espectadores, con el Rey Juan Carlos a la cabeza, disfrutaron de la puesta en escena del anfitrión.