Estados Unidos enseña los dientes
El conjunto de Kryzewski, liderado por Davis, apabulla a Eslovenia exhibiendo físico y talento.
Dosificando los alardes pero sin esconder la suficiencia, Estados Unidos se presentó en España con un arsenal tan sobresaliente como para seguir produciendo asombro a buen ritmo incluso sin contar en su convocatoria con una docena de lo más granado del repertorio NBA.
Antes de partir hacia Bilbao para afrontar la defensa del título mundialista, los estadounidenses se ventilaron a Eslovenia en Gran Canaria en su cuarto y último partido de preparación. El conjunto de Kryzewski convirtió a la anfitriona del pasado Eurobasket en un equipo impotente por admiración. Ya sin Maljkovic al mando y con las bajas de Nachbar, Begic y Erazem Lorbek, la Eslovenia de Zdovc dirige todas las flechas de su pizarra hacia los hermanos Dragic. Pero ni Goran, base de los Phoenix Suns, ni su hermano pequeño, Zoran, escolta de Unicaja, encontraron la forma de inquietar a un rival imponente en su vigor, con manos de prestidigitador y piernas de velocista.
El pívot de los Pelicans capitaneó el juego interior y fue el máximo anotador con 18 puntos
Tras algún titubeo inicial, los estadounidenses anunciaron su cambio de ritmo. Comenzó la agitación en toda la pista y con la primera vuelta de tuerca en defensa llegaron los robos en las líneas de pase y las carreras incontenibles. A campo abierto machacaron Cousins y Rudy Gay para firma un parcial de 9-0 que otorgó el primer estirón al conjunto de Krzyzewski (16-7). Sin embargo, con el comienzo de las rotaciones asomó la cabeza Eslovenia.
Estados Unidos,101-Eslovenia, 71
Estados Unidos: Curry (10), Irving (13), Harden (9), Faried (14), Davis (18) —cinco inicial—; Gay (11), Rose (3), Thompson (11), Cousins (6), Plumlee (-), DeRozan (4) y Drummond (2).
Eslovenia: Goran Dragic (6), Lorbek (10), Zoran Dragic (16), Zupan (3), Slokar (2) —cinco inicial—; Balazic (2), Omic (4), Blazic (1), Muric (14), Klobucar (7), Nikolic (-) y Prepelic (6).
Parciales: 24-18; 24-17; 33-19; 20-17.
Árbitros: Hierrezuelo, García y Araña. Fueron eliminados Curry (min. 31) y Zupan (min. 34).
Gran Canaria Arena: 11.500 espectadores.
Sin Goran Dragic, que calentaba banquillo por culpa de dos faltas tempraneras, la segunda unidad eslovena se reivindicó de manera fugaz aprovechando el respiro que el técnico estadounidense otorgó a su pareja titular de interiores. Sin Faried ni Davis en pista, la pintura dejó momentáneamente de tener dueño. Con el gigantón Omic (2,17m) como ariete, Eslovenia comenzó a cargar el rebote y atajó la primera escapada al final del primer cuarto (19-18).
Hasta ahí duró el espejismo en Gran Canaria. Irving tomó el relevo de Rose en la dirección y Estados Unidos se convirtió en un avión. Los de Krzyzewski no anotaban desde el perímetro, pero manejaban varias velocidades más que Eslovenia, cuya defensa quedó destartalada y acomplejada ante el arrebato de su rival. Un parcial de 15-0 dejó definitivamente sonado a los verdes (34-18). Los Dragic intentaron entonces recomponer la figura de su equipo y con algunos triples capearon el temporal.
Pero por si fuera poco el repertorio que lucían los estadounidenses en el parqué, por el Gran Canaria arena aparecieron Dominique Wilkins y Clyde Drexler para recibir la ovación de la concurrencia. Estimulado por la presencia de las leyendas o simplemente asumiendo los galones de jefe de interior, Anthony Davis comenzó a desplegar su catálogo (18 puntos). De nuevo con Faried como complemento perfecto, el líder de los New Orleans Pelicans —junto a Harden, los únicos que repiten en la convocatoria con respecto al equipo que conquistó el oro olímpico en los Juegos de Londres 2012— demostró que, a sus 21 años, puede sostener y capitanear un juego interior que, por inédito, acumula las mayores dudas del equipo estadounidense.
Con Eslovenia ya derretida, el conjunto de Kryzewski selló un 23-4 de parcial al comienzo del tercer cuarto que dio paso a las probaturas del técnico. Coach K presentó a Gay y Cousins como su plan B en la pintura y confirmó que Irving, Curry y DeRozan están más que afinados como para no tener que forzar a Rose. Estados Unidos busca oro en España.
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