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Alejandro Ciriza
Belletti, durante un partido con Brasil en 2002.
Belletti, durante un partido con Brasil en 2002.Cordon

El nombre de Juliano Belletti (Cascavel, Brasil; 1970) quedó registrado para siempre en la historia del Barcelona. Lateral de largo recorrido, un 2 muy brasileño, disputó 200 partidos como azulgrana y firmó un solo gol. Aquel que supuso la segunda Copa de Europa para el club. También puede presumir de haber conquistado un Mundial, el de 2002. Ya retirado, ahora ejerce de comentarista para la televisión brasileña, conserva una figura fibrada y vive entre la marabunta de São Paulo. “Me encanta Sitges, pero Barcelona es demasiado tranquila para mí”, apunta mientras ataca un rissotto en la planta 44 de un rascacielos.

Pregunta. 17 de mayo de 2006. ¿Le suena?

Respuesta. El gol de la final de París, contra el Arsenal, fue una casualidad. Yo lo sabía y el club también. Fue el único que marqué. Bueno, ese y otro en un partido contra el sida. Los aficionados me apreciaban, pero no me sentí del todo querido por el club. En Londres sí. En el Chelsea aún me llaman y me preguntan por mis hijos. Allí disfruté más que en ningún otro sitio.

P. ¿No se portó bien el expresidente Laporta con usted?

R. No, al contrario. Eran otras personas. Él es un hombre de palabra, muy humano. Siempre le estaré agradecido. Cuando se enteró de que mis padres no iban a ir a esa final me dijo: ‘De ninguna manera’. Al día siguiente ya les había comprado los billetes de avión.

P. Usted fue testigo del despegue de Messi.

R. Cuando subió al primer equipo era muy callado, pero tiene mucho genio. Si las cosas no se hacen como él quiere, se cabrea. Recuerdo un partido en Mallorca en el que salió a falta de un cuarto de hora para el final. Marcó dos goles. Eusebio le felicitó, pero Leo le mandó al carajo.

Neymar lo ha tenido más difícil. No cuenta con esos apoyos que tuvo Leo en el vestuario. Hay que darle tiempo"

P. También vio la decadencia de Ronaldinho.

R. Era único, pero escogió el camino equivocado. Se podía ir de todos, como lo hace Messi, pero él encima te hacía tres bicicletas y un sombrero, o se inventaba un pase genial. Para mí, el gran Dinho fue mejor que Leo. Era igual de decisivo, pero mucho más plástico, más imaginativo. Levantó a un club muerto él solo. Fue el motor del cambio. La diferencia es que Messi ha tenido mayor fortaleza mental.

P. ¿Y por qué no explota Neymar?

R. No es fácil. Solo tiene 22 años. El Santos jugaba para él y cuando se iba de uno tenía ya la portería enfrente. Ahora, cuando se va de uno todavía tiene tres más. Y además está Messi, que es el que manda. Él, cuando subió, tuvo la tutela de Ronie, Deco, Sylvinho, Edmilson… Ney lo ha tenido más difícil. No cuenta con esos apoyos. Denle tiempo.

Paco Seirul·lo
Belletti, junto a Paco Seirul·lo, Ronaldinho y Sylvinho en un entrenamiento.

P. Será la referencia de Brasil en el Mundial.

R. Sí, está él, pero nos falta un 9. No puede ser que a Fred, el delantero titular, le zarandeen el coche a la salida de un entrenamiento. El relevo natural de Ronaldo no es Neymar, porque tiene otro perfil. Debería haber sido Adriano. Era el siguiente eslabón, una bestia. Si se hubiese cuidado, si no hubiese llevado esa mala vida, podía haber sido nuestro ariete en esta Copa. Él o Diego Costa, claro. Está imparable. Falta él y atrás Miranda. Es silencioso, pero rapidísimo.

El relevo natural de Ronaldo debería haber sido Adriano. Era el siguiente eslabón"

P. ¿Cómo ve a España?

R. Para mí es la gran favorita. Algunos jugadores han bajado un poco, pero tiene un equipo muy completo y es la campeona. Se merece todo el respeto. Además tiene a Iniesta, al que es imposible robarle la pelota... En un segundo peldaño situaría a Brasil y Argentina. Uff... cuidado con esta última. Creo que, aunque no está en su mejor momento, va a ser el Mundial de Messi. Para los brasileños, que Argentina nos ganase en nuestro territorio sería una pesadilla.

P. ¿Por qué no seduce esta Brasil?

R. Scolari tiene una idea muy clara. Si estás de acuerdo, te subes al barco. De lo contrario… Él le da prioridad absoluta al resultado, al objetivo final. No atiende tanto al juego. Si le fallas alguna vez, te condena. Si dejas de ir a algún amistoso porque tienes alguna molestia o estás cansado, se acabó. Es lo que me pasó a mí.

P. Junto a él vivió el triunfo de 2002. ¿Cómo lo recuerda?

R. En Corea y Japón todo fue rodado. Teníamos a Ronaldinho, Rivaldo, Denilson, Roberto Carlos... Y encima Ronaldo resucitó después de lo de la rodilla. ¡Cómo se las clavó a Kahn! Íbamos de un lado a otro en tren o en autobús, cantando, con las percusiones. Era una fiesta continua... Aquí, con la elección de las 12 sedes y las distancias, todo va a ser más complicado para los equipos y la gente.

Belletti, junto a Ronaldo, en una concentración con Brasil.
Belletti, junto a Ronaldo, en una concentración con Brasil.ALBERT OLIVE (EFE)

P. ¿Entiende las protestas del pueblo brasileño contra el Mundial?

R. El problema es que las expectativas son muy altas. Las comprendo, pero Brasil y el fútbol van de la mano. Son sinónimo de alegría. Hay obstáculos, pero seguro que va a ser un éxito, un torneo espectacular.

P. ¿Echa de menos el fútbol?

R. No. En mi casa no hay nada que recuerde que fui futbolista. Ni medallas, ni trofeos ni camisetas. Nada. Las medallas las tengo metidas en una caja de zapatos. Solo las cogen mi hijos, a los que llevo a los partidos. Me gusta mi trabajo como comentarista, estoy en eso, aunque algunos dicen que tengo perfil de entrenador.

Si le fallas alguna vez a Scolari, te condena. Si estás de acuerdo, te subes al barco. Si no…"

P. ¿Qué técnico le marcó más?

R. El mejor fue Hiddink, un gran motivador. Aún recuerdo una bronca tremenda que le echó a Ballack en un descanso. Le dijo: ‘Tu juego es impropio del capitán de la selección alemana’. Íbamos perdiendo. En el segundo tiempo Michael se salió y al final ganamos. ¡Ah! Y tampoco olvidaré nunca a Benito Floro. Lo tuve en el Villarreal. Era muy inteligente, todo un personaje. Aplicaba técnicas de fútbol americano en los entrenamientos. Allí había mucha paz. Y encima metí un montón de goles. ¡Fueron tres [ríe]!

P. También le dirigió Mourinho, en Londres.

R. La presión era altísima, tanta como en el Barça. Con el dinero que invertía el ruso [Abrámovich] parecía que no podíamos empatar ni un partido. Ancelotti sabía manejarse muy bien con él. Mou te cambia la vida. Tú podías llegar triste o sin apetito para entrenar y acababas con ganas de seguir jugando más. La Premier es puro show, otra cosa.

P. ¿Y la Liga?

R. Lo del Atlético es muy bonito, pero los dos grandes son muy poderosos. El estilo del Barça es inigualable, muy complejo, pero lo que hace el Madrid tiene la misma dificultad o más. ¿Tú sabes lo que corren sus jugadores durante un partido? Son como máquinas. Atrás y adelante, una y otra vez. Ese ritmo es durísimo. La exigencia física es enorme. Eso sí, yo me quedo con el Barça. Al fin y al cabo, un pedacito de mí siempre estará allí.

VÍDEO: Los mejores momentos de Belletti en el Barcelona

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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