Los Spurs explotan la ausencia de Ibaka y marcan el paso ante los Thunder

La importancia de la baja de Serge Ibaka quedó plenamente demostrada en el primer partido de la final del Oeste, ganado con rotundidad por los Spurs de San Antonio (122-105). Los Thunder se quedaron excesivamente reducidos a lo que dieron de sí sus dos figuras, Kevin Durant y Russell Westbrook, y no gozaron de la menor oportunidad en un partido en el que llegaron a acumular una desventaja de 23 puntos.

Duncan, pletórico, superó por completo la oposición de Nick Collison, que ocupó la plaza titular de Ibaka, y también de Steven Adams. El pívot de los Spurs, a sus 38 años y en su 17ª temporada en la NBA, sumó 27 puntos, 12 de ellos en el primer cuarto, además de 7 rebotes. Ginóbili, saliendo como casi siempre desde el banquillo, le secundó con 18 puntos. Los aleros, Green y Leonard, aportaron 16 puntos cada uno y Parker, 14 puntos y 12 asistencias.

Los 66 puntos que obtuvieron los Spurs en el interior de la zona hicieron patente el desequilibrio del juego interior sin el concurso de Ibaka, que se perderá lo que resta de temporada debido a la lesión en el gemelo que sufrió en el último partido de las semifinales del Oeste ante los Clippers. Los Thunder solo pudieron sumar 32 puntos cerca del aro. Dos de sus titulares, Collison y Sefolosha, se quedaron sin anotar y Perkins se quedó en 5 puntos. La aportación del banquillo, con Fisher y Reggie Jackson a la cabeza, no fue suficiente para Oklahoma.

“No queremos excusas”, afirmó el entrenador de los Thunder, Scott Brooks. “Serge no está y no podremos contar con él. Tenemos que jugar mejor si queremos ganar a uno de los mejores equipos del mundo”. Parker, que sufrió un esguince en el anterior partido ante los Blazers de Portland, estuvo muy marcado y se dedicó a repartir asistencias, especialmente a Duncan. “Sabíamos que los Thunder intentarían que Tony no lanzara como hizo en la anterior serie y él se centró más en mover y distribuir el balón”, dijo Duncan.

Los Thunder mantuvieron la igualdad hasta bien entrado el tercer cuarto durante el que llegaron a ponerse por delante en el marcador (75-76), pero a partir de ese momento los Spurs apretaron el acelerador y marcaron amplias diferencias. “No creemos en las victorias morales. El tercer cuarto fue el mejor para nosotros pero no supimos cerrarlo bien. Tenemos que realizar los ajustes necesarios y ser mejores en el siguiente partido”, sentenció Durant.