La penúltima misión de Mirotic
El madridista ambiciona el título europeo como broche a su trayectoria antes de dar el salto el próximo curso a la NBA
Nikola Mirotic sale de cuentas a finales de este mes. En su maleta rumbo a Milán, el montenegrino lleva la ilusión por su inminente paternidad, la obsesión por alcanzar la Euroliga y la disyuntiva por su futuro inmediato. La Final a Cuatro tiene para él mucho de reválida, para consolidar sus credenciales camino a la NBA, y otro tanto de tributo, para iluminar su probable despedida dejando en las vitrinas del club que le formó el trofeo más perseguido. El único que falta en su precoz y lustroso currículo.
"Nos encontramos preparados y sabemos muy bien lo que tenemos que hacer para ganar. El equipo está muy fuerte mentalmente", cuenta antes de encarar la semifinal ante el Barcelona (viernes, 21.00, Canal Plus Deportes). "Tenemos que demostrar que somos capaces de hacer algo muy grande. Esperamos cumplir este año porque tenemos una gran oportunidad y hemos aprendido de las anteriores finales. Ahora llegamos muchísimo mejor", explica. El ala-pívot, de 2,09 metros y 23 años, fue elegido en el puesto 23 del draft de 2011 por los Houston Rockets (que traspasaron sus derechos a Chicago), tiene una cláusula de salida de 2,5 millones de euros para la NBA y, a pesar de que prolonga la intriga sobre su decisión, tiene decidido hacer las Américas, donde le comparan con su ídolo, Dirk Nowitzki. Los Bulls ya le han reservado un hueco en su plantilla para la próxima temporada, pero antes tiene cuentas pendientes. "Tengo que demostrar que puedo ser mucho mejor jugador, más maduro, constante y agresivo. Mi mejor versión está por llegar", explica con tono sosegado y ambición desmedida. Será un verano de puntos de inflexión en el que también se resolverá su dilema en la selección española, con una plaza a adjudicar entre él o Serge Ibaka.
Los Bulls ya le han hecho un hueco en su equipo para la próxima temporada
Durante su primer tramo de temporada, su excelencia lideró la trayectoria del Madrid de los récords, que permaneció cuatro meses invicto. En ese tramo encabezó las estadísticas en la Liga Endesa y la Euroliga, con el MVP de la Copa del Rey como hito principal. La canasta de Llull sobre la bocina acaparó los flashes en la cita de Málaga, pero Mirotic remató aquella conquista con 16,3 puntos, 6,3 rebotes y 22,3 de valoración media en el torneo; 17 puntos, 11 rebotes y 32 de valoración en la final ante el Barcelona. Sin embargo, con el avance de la temporada su relevancia en el juego del equipo fue languideciendo y el playoff de cuartos ante el Olympiacos marcó su entrada en laberinto.
Atenazado por los grilletes y la dureza defensiva del conjunto griego, Mirotic se apagó en el Palacio de la Paz y la Amistad. En el tercer partido de la serie: 5 puntos, 5 rebotes y 4 de valoración. En el cuarto: 9 puntos, 2 rebotes y otros 4 de valoración. Un borrón en su pujante expediente. Conforme se agigantaba la figura de Rudy Fernández (líder estadístico del equipo), el montenegrino perdía el paso rumbo a la Final Four.
Pero, tras unas semanas mustio, Mirotic volvió a lucir a seis días del viaje a Milán, de nuevo precisamente ante el Barça. En el partido de la 32ª jornada de la Liga Endesa disputado en el Palau, el canterano madridista no pudo evitar la severa derrota de los suyos, pero cerró su hoja de servicios con 19 puntos, 7 rebotes y 22 de valoración. Su mejor actuación en el último mes y medio, su mayor anotación en la ACB desde que lograra 23 puntos ante el Fuenlabrada el 12 de enero. Los datos acreditan que Mirotic descifra como pocos el juego interior de Barça, con pívots de perfil menos áspero y correoso que los de Olympiacos. Ante los azulgrana cerró el 2013 como el jugador con mayor valoración acumulada en el año (744, por delante de Tomic), además de ser 2º en puntos y en rebotes. Ante los de Pascual ha brillado en cada uno de los últimos clásicos. "Nos conocemos mucho. Hemos jugado tres finales en poco tiempo, en la Liga, la Supercopa y la Copa del Rey. Siempre es bonito jugar contra ellos porque te exigen dar el máximo", apunta antes de encarar su penúltima misión hacia el título. Quizá una de las últimas vestido de blanco.
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