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Nadal da un paso al frente

El número uno avanza hasta semifinales, donde se enfrentará a Bautista, tras tumbar 6-4 y 6-2 a Berdych

Nadal celebra un punto ganador ante Berdych.
Nadal celebra un punto ganador ante Berdych.SERGIO PEREZ (REUTERS)

Tomas Berdych cae ahogado en el foso de la media pista, hasta donde intenta llegar en busca de soluciones después de que la línea de fondo se convierta para él en un infierno. Rafael Nadal, el número uno, le tumba 6-4 y 6-2 en cuartos del Mutua Madrid Open y se cita en la lucha por la final contra Roberto Bautista (sábado, 15.15, La Sexta). Bautista venció 6-3 y 6-4 a Giraldo. Es un Nadal demoledor con el drive paralelo y con carácter frente a las adversidades. Descuenta una bola de break en su primer saque del partido. Vive a contracorriente los seis primeros juegos. Agarra entonces el encuentro por la pechera y lo incendia con el fuego de su drive, las llamas de sus piernas y la chispa de su deseo. Ante eso, el número seis mundial capitula.

"He hecho el partido más completo en estos torneos porque he conseguido jugar a un nivel altísimo todo el tiempo", resumió el ganador en los micrófonos de La Sexta.

El tenista español Rafael Nadal momentos antes de su partido.
El tenista español Rafael Nadal momentos antes de su partido.Barrenechea (EFE)

Así ocurren las cosas. Berdych se ve obligado a perseguir la pelota a lo ancho y a lo largo de la pista, siempre en movimiento, sin poder imponer su 1,98m pegando con ambos pies sobre el suelo. Nadal se lo niega todo: primero, neutraliza el saque del checo sobre su revés (se desplaza con frescura y recupera el espacio con facilidad); luego convierte los buenos ataques de revés cruzado de Berdych en la puerta abierta para lanzar su drive paralelo, que protagoniza momentos antológicos; y, finalmente, resuelve los momentos de mayor apretura citando a su rival con la media pista, el terreno del talento y las sutilezas, de las voleas, los contrapiés y las dejadas, donde Berdych naufraga siempre, dura como una piedra la muñeca. Nadal manda con autoridad frente a un tenista que no le gana desde 2006. Como ese dato está en su cabeza, anota durante el partido las cosas que debe mejorar para cuando sean mayores las exigencias.

“¡Tira!”, se recrimina el campeón de 13 grandes cuando uno de sus restos sobre segundo saque llega hasta el checo convertido en una invitación al ataque, cortito en el cuadro de saque. Nadal trabajará ahora en la profundidad de los tiros y la velocidad de piernas. Con respecto a sus sorprendentes derrotas de Montecarlo (Ferrer) y Barcelona (Almagro), su drive ha ganado en capacidad destructiva y sus pies en facilidad de ejecución. Aún se le atraganta el giro para cubrirse el revés con el drive y en ocasiones sus pelotas no percuten todo lo que quisiera. Esos detalles, que son los que deciden la victoria entre los mejores jugadores del planeta, no empañan la mejora general del juego. El ritmo es más alto que en Montecarlo y Barcelona, la propuesta estratégica vuelve a nacer de una partitura clara, y no tiembla tanto el pulso del autor cuando la pone en práctica. Nadal no es aún Nadal, pero ya se le parece. El trabajo en los entrenamientos ha vuelto a poner las bases para llevar los partidos al límite. Ahora falta que la mente impulse al cuerpo hasta donde no pueden llevarle las piernas. Para eso, el número uno necesita el refrendo de un título, y también una victoria contra un Djokovic, un Federer o un Wawrinka que le convenza de que el reflejo que le devuelve el espejo es nítido y no difuminado.

He hecho el partido más completo en estos torneos

Mientras llega esa ocasión, Nadal sigue en la lucha por su primer Master 1.000 de 2014. Una cosa es segura: Berdych, que ya cede 18-3 el cara a cara y que no volvió a tener una bola de break después de aquella del primer juego, vio al Nadal que protagonizó en episodios anteriores sus peores pesadillas.

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