Expectativas cero

Las expectativas son tan bajas esta vez en Inglaterra que cualquier cosa que fuera pasar la primera fase sería saludado como un gran éxito para el seleccionador, Roy Hodgson. Le espera un calor asfixiante y una humedad por encima del 80% en la ciudad norteña de Minaus en el primer partido contra Italia, que sabe guardarles el balón. Otro de sus temibles adversarios en esta primera fase es Uruguay. Son demasiadas decepciones seguidas en una selección que no gana nada desde que organizó su propio Mundial, en 1966. El experto y exjugador Jaime Redknapp ha pedido incluso a Hodgson una apuesta por los jugadores más jóvenes e inexpertos: Sterling (Liverpool), Lallana (Southampton), Barkly (Everton), Shaw (Southampton)… La teoría de Redknapp se resume en la siguiente conclusión: “Ya que no vamos a ganar nada, al menos que los chicos adquieran experiencia”. Hodgson, sin embargo, optará por la mezcla de jóvenes y veteranos que han hecho méritos a lo largo de la temporada. A la cabeza, el capitán Gerrard, tras su magnífico rendimiento en el Liverpool como mediocentro defensivo.

Estará al lado de Wilshere, el joven con más talento de los últimos años en Inglaterra, siempre y cuando el joven mediocentro zurdo del Arsenal encuentre su punto de forma después de un ejercicio plagado de lesiones. La buena campaña de los reds alimenta la presencia en la alineación de Henderson como tercer centrocampista, del explosivo Sterling por uno de los extremos y del delantero Sturridge como la punta que acompañe a Rooney. Si Sturridge mezclara con Rooney la mitad de bien que ha mezclado con Luis Suárez en el Liverpool, Hodgson se daría por satisfecho. En la portería, Hart se ha agigantado en el último tramo en el Manchester City después de haber sido relegado al banquillo por Pellegrini al principio de curso. La defensa la formarán Johnson, Cahill, Jagielka y Baynes.