_
_
_
_

El Espanyol le da vida al Almería

Los andaluces vencen al cuadro blanquiazul con dos goles de estrategia en un partido sin alma

Juan I. Irigoyen
Los jugadores de Almería celebran un tanto.
Los jugadores de Almería celebran un tanto.EFE

El Espanyol dejó respirar a un Almería que llegó a Cornellà con la soga en el cuello. Acomodados en zona confortable de la clasificación, el cuadro blanquiazul se hundió solo en un partido que tenía, en principio, controlado y que acabó dando vida al conjunto andaluz que transitó por el campo sin alma, como si el descenso no le agobiara. Demasiado premio para el Almería que en dos minutos y encomendados a las jugadas de estrategia se fueron con los tres puntos del feudo blanquiazul, ante un Espanyol errático y vacío de su mejor arma, el carácter.

El conjunto de Aguirre ya no tenía que echar mano de la calculadora. Sabía que al Almería le urgía salir a ganar en Cornellà. La victoria del Getafe frente al Málaga el sábado había dejado a cinco puntos de la salvación al cuadro andaluz. En cualquier caso, Francisco optó, primero, por meter el cerrojo a su portería, colocando tres centrales en defensa, Trujillo y Torsiglieri en la cueva, y por delante de ellos, Fran Vélez, siempre pendiente de Sergio García. Desterrado el talento intermitente de Suso, se encomendaron al vértigo de Aleix Vidal y Óscar García por las alas, y a lo que pueda improvisar, en solitario Rodri, contra toda la retaguardia blanquiazul.

ESPANYOL, 1; ALMERÍA, 2

Espanyol: Kiko Casilla; Javi López, Colotto, Héctor Moreno, Víctor Álvarez (Fuentes, m. 65); Stuani, David López, Víctor Sánchez, Simão (Álex Fernández, m. 55); Sergio García y Córdoba (Pizzi, m. 55). No utilizados: Germán; Raúl Rodríguez, Sidnei y Torje.

Almería: Esteban; Rafita, Trujillo, Torsiglieri, Dubardier; Fran Vélez (Zongo, m. 71); Óscar Díaz, Corona, Azeez (Suso, m. 54), Aleix Vidal (Soriano, m. 61); y Rodri. No utilizados: Julián Cuesta; Barbosa, Mané y Nelson.

Goles: 1-0. M. 42. Stuani. 1-1. M. 70. Fran Vélez. 1-2. M. 72. Suso.

Árbitro: Hernández Hernández. Mostró cartulina amarilla a Víctor Álvarez y Dubardier, Corona, Sergio García y Trujillo. Expulsó a Stuani por doble amonestación (m. 49) y a Javi López con roja directa (m. 90).

Cornellà-El Prat. 14.678 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria del exentrenador del Barcelona Tito Vilanova.

Javier Aguirre no tenía dudas con el dibujo, sin embargo, el mexicano no quería sorpresas en Cornellà. Prácticamente sin nada por lo que pelear en la Liga y con el billete de Primera para la próxima temporada prácticamente en el bolsillo, el Espanyol no se podía relajar. Necesitados de darle mimos a su afición, después de cuatro jornadas sin ver el triunfo. Sin embargo, ni los muchachos de Aguirre, ni los de Francisco se animaban a ir por el partido.

No había noticias del partido. No había forma de que espabilase el duelo en Cornellà. Con el Almería a la espera y sin mostrar ninguna intención de ir por los tres puntos, el Espanyol no sabía qué hacer con la pelota en los pies. No es ninguna novedad que a los blanquiazules le rechina el cuero en las botas. Y para colmo el Espanyol estaba en ayuno de intensidad, vacío de su marca de identidad. Imprecisos y descuidados en defensa. Pero el Almería andaba con el freno de mano puesto. Paralizados por el fantasma del descenso.

Así, la única manera de animar el fútbol en las áreas era con las jugadas de estrategia o con un balonazo largo para ver quien lo podía pescar. Y si de juego directo se trata, el Espanyol sí que sabe. Y cuando parecía que el partido no podía aburrir más, Kiko Casilla estiró el cuero hasta Córdoba, que le tiró la carrocería a su marcador y tocó para Sergio García. El del Buen Pastor frotó la lámpara para sacarse a Rafita de encima y colocó un centro milimétrico para la cabeza de Stuani, que mandó la pelota a la red frente a un estático Esteban. Y con tan poco, el Espanyol se fue a los vestuarios con el 1-0 como un premio muy grande.

Minuto de silencio por Tito Vilanova.
Minuto de silencio por Tito Vilanova.efe

Y si Stuani, con su grito de gol, había roto con la tediosa monotonía del primer tiempo, también cambió el guion en el segundo tiempo. Nada más volver de la caseta, el uruguayo le soltó el codo a Dubarbier en un salto y se ganó la segunda cartulina amarilla. Enseguida los técnicos metieron mano en el banquillo. Álex Fernández y Pizzi para asegurar el manejo del balón en la medular en el Espanyol y Suso y Soriano para ir por el partido en el cuadro andaluz.

Sin embargo, todo seguía demasiado tieso. Ni el Almería se animaba a ir por el partido, ni el Espanyol, con uno menos en el campo, tenía mucho más para decir. Demasiado cómodos con el marcador a favor. Y como los muchachos de Francisco no podían argumentar nada de fútbol, todo se les puso de cara, casi sin quererlo, en dos minutos. Primero Fran Vélez le ganó a un defensa blanquiazul dormida luego de un córner de Corona y luego Suso dibujó un zurdazo genial en un tiro libre a pasos de la medialuna.

Una recompensa grande para un Almería que parece que no se siente un equipo de Primera, pero que para su suerte, un Espanyol sombrío les echó una mano.

Sobre la firma

Juan I. Irigoyen
Redactor especializado en el FC Barcelona y fútbol sudamericano. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Ha cubierto Mundial de fútbol, Copa América y Champions Femenina. Es licenciado en ADE, MBA en la Universidad Católica Argentina y Máster de Periodismo BCN-NY en la Universitat de Barcelona, en la que es profesor de Periodismo Deportivo.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_