Un fantasma con nuevo estilo

Si los intangibles del fútbol, como de la vida, se conforman principalmente por una reunión de miedos muchas veces asociados a circunstancias ajenas a lo propio, en la historia futbolística del Madrid uno de esos ogros siempre han sido los rivales alemanes. Y entre ellos, el principal, el Bayern de Múnich. Cuando Luis Figo sacó las bolas de ambos equipos, seguro que recordó aquellas encarnizadas eliminatorias con Effenberg capitaneando a un grupo de jugadores tremendamente entregados entre los que destacaban Kahn o Salihamidzic, para los que medirse al Madrid también tenía mucho de venganza personal. Además de la motivación deportiva (juntos suman 14 títulos continentales) había algo más. Un intangible.

La última vez que ambos equipos se enfrentaron en la Liga de Campeones fue en las semifinales de la temporada 2011-2012 donde los blancos quedaron eliminados en la tanda de penaltis tras empatar tanto en el Allianz como en el Bernabéu (2-1). Sergio Ramos envió el balón a las nubes ante Neuer y Schweinsteiger engañó a Casillas en el lanzamiento definitivo.

Ambos equipos han evolucionado desde el entonces. El Bayern, que consiguió la orejona en 2013 de la mano de Jupp Heynckes, ha sido modificado por Guardiola. No tanto en el aprovechamiento de sus jugadores, sino en el patrón de comportamiento de estos el césped. El Bayern ha mantenido esa voracidad ofensiva que le ha permitido proclamarse campeón de la Bundesliga a falta de siete jornadas para el final. Jugadores como Müller, Mandzukic, Schweinsteiger, Robben, Ribery, Kroos... demuestran que en el plano ofensivo el conjunto de Guardiola tiene una de las remesas de atacantes más poderosas de Europa. Sin embargo, y con alguna crítica mediante como la de Beckenbauer, Presidente de Honor del Bayern, los alemanes tienen ahora en el pase su mejor herramienta. La llegada de Thiago, Shaqiri o Götze han dotado. si cabe, de mayor dominio de balón al equipo.

Con Lahm rebuscado en el centro del campo, la principal baza para el Madrid podría ser el lateral derecho de la defensa alemana, donde Rafinha no muestra las garantías defensivas del capitán alemán y por donde Bale o Ronaldo (de recuperares de sus molestias físicas) podrían buscar la superioridad.

Si algo ha superado el Madrid de Ancelotti esta temporada ha sido esa pequeña maldición alemana. No en vano, se ha enfrentado ya a dos equipos alemanes (Schalke y Borussia Dortmund) en octavos y cuartos. Pero el más grande de todos ellos le espera ahora primero en el Bernabéu y después en el Allianz. Y ahora, además, cincelado por Guardiola.