Encadenado al marcador
El Barça aspira a ser valiente para meter el primer gol y variar el guion que le va al Atlético
El Barcelona ha encontrado un ritual que le funciona en los partidos más difíciles, aquellos en que se juega su continuidad, ya sea en la Liga, la Copa o la Champions. Así que ayer, ante el exigente encuentro que le aguarda hoy en el Calderón, repitió la liturgia: los jugadores ponen cara risueña, hablan todos de “ser valientes y más Barça que nunca”, el entrenador reitera su confianza en Messi y se sabe que salvo sorpresa alineará a los cuatro volantes con Messi y Neymar. La novedad podría ser que Cesc actúe de falso 9 y Messi ocupe la banda derecha para que Neymar se perfile mejor desde el flanco izquierdo, como ya pasó en la visita del Madrid al Camp Nou.
No le queda más remedio al Barcelona que ser igual de ambicioso contra el Atlético que en sus duelos ante el Madrid. “Pensar en el fracaso es síntoma de perdedor”, afirmó Cesc, al que le gusta jugar en punta “porque tengo más libertad”. El volante se siente esta temporada más “importante” que nunca en el Barcelona. Ha ganado confianza con Martino. Ambos comparecieron ayer para refrendar el plan explicado por Xavi; hay que marcar primero y, si es posible, atacar como en la última media hora de la ida, cuando empataron con tres delanteros Los azulgrana siempre han ido a remolque en los cuatro partidos anteriores contra el Atlético, saldados con empate, y entienden que adelantarse en el marcador cambiaría el guion que tanto le conviene al grupo de Simeone.
Las individualidades han resuelto partidos no siempre bien jugados por el equipo, últimamente deficiente en el juego posicional
Aunque Messi ya lleva cinco partidos sin marcarle un gol a Courtois —“no necesariamente tiene que hacer gol para ser decisivo”, argumentó el técnico—, el Barcelona no pierde en el Calderón desde 2009-2010 y ha encontrado alivio a sus disfunciones colectivas en la agitación de Neymar, el único que ha batido al portero belga y también el jugador que ha tenido más continuidad en Europa, especialmente luminoso en la eliminatoria con el Celtic.
Las individualidades han resuelto partidos no siempre bien jugados por el equipo, últimamente deficiente en el juego posicional, excesivamente largo en la cancha y vulnerable en las transiciones y la estrategia, dos de las virtudes del Atlético. Las ausencias de Valdés y Piqué han aumentado las concesiones en el área de Pinto. Las flaquezas no pasan desapercibidas para la prensa internacional. France Football enumeraba ayer los problemas que acumula el equipo y se pregunta: “¿Y si el Barça ya no fuera el Barça?”.
El último contencioso abierto por el presidente Bartomeu con el director deportivo fue zanjado por el propio Zubizarreta: “Me siento muy reforzado por la junta”. Los jugadores, mientras, se quejan del césped, muy alto para su gusto, y hoy el club podría denunciarlo a la organización.
Encadenado al marcador, necesita el Barça acceder por séptima vez consecutiva a las semifinales como señal de que sigue siendo un grande del fútbol por más cosas que se pregunte la prensa.
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