Hamilton y Rosberg dan un doblete a Mercedes

El dominio de Mercedes en esta primera fase del Mundial de Fórmula 1 es avasallador. Lewis Hamilton y Nico Rosberg se encargaron de demostrarlo en la segunda carrera, logrando un doblete indiscutible en Malasia, sin dejar opciones a ninguno de sus rivales. El alemán se había adjudicado ya la primera carrera del curso con autoridad, mientras que su compañero se había visto obligado a abandonar por un problema en el motor después de lograr la pole. En Sepang, la victoria fue para Hamilton, que, a los 29 años, sumó su triunfo 23º y el segundo con Mercedes, después de que el año pasado ganara la carrera de Hungría.

Hamilton había logrado ya la pole position el sábado y desde que inició la carrera fue colocando distancia en relación a su compañero de equipo. Dos segundos en el primer paso por la línea de meta, hasta instalarse en una diferencia de 11 segundos que fue manteniendo hasta el final. Rosberg también se consolidó en el segundo puesto y solo Vettel consiguió igualar sus tiempos en alguna fase de la carrera. Pero entonces –alrededor de la vuelta 40- se vio claro que los Mercedes trataban mucho mejor los neumáticos, porque Vettel comenzó a sufrir y tuvo que reducir su marcha para no quemarlos en exceso.

La tercera posición de Vettel desveló la sustancial mejora que ha conseguido el mago de la ingeniería, Adrian Newey

Sin embargo, la tercera posición de Vettel desveló la sustancial mejora que ha conseguido el mago de la ingeniería, Adrian Newey, en los Red Bull, que de parecer hundidos en la miseria en los entrenamientos de pretemporada han pasado a ser los únicos capaces de disputar el título a los Mercedes. Vettel intentó hasta el final atacar a Rosberg e incluso entró en el taller para cambiar neumáticos a falta solo de siete vueltas para la conclusión de la carrera. Pero su estrategia fue seguida también por los dos Mercedes, el de Rosberg primero y el de Hamilton después. Los tres coches tenían claro que no iban a perder posiciones, el riesgo era mínimo para ellos. Ricciardo, en cambio, cuarto casi toda la carrera, perdió todas sus opciones cuando entró en el taller a cambiar neumáticos (40v) y le fijaron mal la rueda delantera izquierda. Allí acabaron sus opciones, porque tuvo que parar antes de salir del pit-lane y después en un piano destrozó su alerón delantero antes de abandonar.

Mientras eso ocurría, Fernando Alonso seguía luchando con Hulkenberg para internar arrebatarle la cuarta posición. El asturiano realizó una carrera tranquila, instalado desde el principio en la quinta posición. Alonso acertó en la estrategia para conseguir llegar a la parte final de la carrera con los neumáticos mucho mejor cuidados que el de Force India. A falta de cuatro vueltas para la conclusión, el español superó a su rival y consiguió colocar su Ferrari en cuarta posición. Un adelantamiento de mérito que premió la constancia del asturiano y le permitió sumar unos cuantos puntos más.

A falta de cuatro vueltas para la conclusión, Alonso superó a Hulkenberg y consiguió colocar su Ferrari en cuarta posición

La actuación de Alonso contrastó con la de su compañero de equipo, Kimi Raikkonen. El finlandés sufrió desde el principio. Se tocó en la salida con Magnussen y sufrió un pinchazo que le obligó a entrar en el taller. A partir de ahí los problemas se le fueron acumulando hasta situarse en última posición. Al final concluyó en 12º lugar, con la moral por los suelos y esperando ya la próxima carrera, el próximo fin de semana en Bahréin.

La carrera sirvió también para resituar a todos los equipos. McLaren y Williams estuvieron por debajo de sus expectativas, ocupando la sexta y séptima posición con Button y Massa respectivamente. También hubo siete abandonos, lo que demuestra la dureza de la carrera de Malasia y también la fragilidad de los equipos que siguen buscando fiabilidad para los próximos grandes premios.