El Málaga le quita la vida al Betis

Amrabat premió la valentía de Schuster y la falta de capacidad de Gabi Calderón. El extremo dio los dos goles que forjaron la estupenda reacción de un Málaga que perdía el partido y lo remontó en un suspiro, gracias a su empuje y al desastre defensivo que es el Betis. Calderón no supo cerrar un partido que acabó en victoria para el Málaga, que respira. De paso, hunde de manera casi definitiva a un Betis al que todo se le retuerce de forma dramática. Ganaba el encuentro cuando faltaban siete minutos y lo perdió en dos, después de fallar hasta tres claras ocasiones al contragolpe con el 1-0. En el colmo de su desgracia, Rubén Castro falló un penalti en el descuento. En definitiva, las cosas que le suelen ocurrir a los colistas. Solo las matemáticas sostienen al Betis en Primera.

Sumido en la desesperación propia del que lo tiene todo perdido y cosido por las bajas, a Calderón se le ocurrió una nueva forma, o quizás no tanto, de ver el fútbol. Un canto al fútbol de los cincuenta plasmado en un equipo anclado en dos centrocampistas y con cuatro delanteros natos: Leo Baptistao, Rubén Castro, Jorge Molina y Juan Carlos. Debió pensar el argentino que si hay que morir, mejor hacerlo matando, intentando aplastar a un Málaga mucho más pausado que el enloquecido equipo sevillano.

Por eso desde el principio se vio a un Málaga mucho más asentado, más dominador del balón, al que, no obstante, le faltaba un punto de atrevimiento y pasión para ir a por el Betis de verdad. Es cierto que la suerte le ha virado al equipo bético, pero aun así sigue siendo muy vulnerable. Lo demostró Amrabat con un gran pase a Santa Cruz que pilló desprevenidos a Juanfran y Paulao. Adán, menudo portero que se ha encontrado el Betis, le tapó bien al paraguayo. Fue la ocasión más clara y única de un Málaga que se sentía seguro y que fue a romperse por donde nadie lo esperaba. De la proverbial seguridad de Caballero se ha dicho todo. Un sustento del conjunto malagueño que crujió, sin embargo, en un disparo de Lolo Reyes desde la frontal del área. Llovió mucho en Sevilla y el balón se le escurrió a Caballero como un pez entre sus manos.

En su primer disparo a puerta, el Betis había marcado. Hubo partidos en donde se cansó de tirar sin encontrar la mínima recompensa. El tanto le dolió al Málaga, que se vio sorprendido en algún contragolpe sevillano. En uno de ellos, Leo la puso al segundo palo. Rubén emergió para cabecear fuera.

Amrabat se empeñó en meter al Málaga en el partido. El extremo volvió loco a Juanfran y retrató a Chica en la jugada del empate. El Betis no supo cerrar el encuentro con el 1-0, fallando ocasiones, y el Málaga lo remató en dos estupendas acciones, ambas conducidas de manera excelente por Amrabat. Darder, con un buen disparo a la escuadra, dio un fenomenal respiro a un Málaga que estuvo mucho tiempo por debajo en el marcador. El fútbol no entiende de justicia, solo de goles. El Málaga ganó y el Betis volvió a enredarse en esa dinámica destructiva que le acompaña directo a Segunda División. Todo por sus múltiples errores.

El Málaga le quita la vida al Betis