El orden frena al juego en el Madrigal

Llegado el tramo final de la Liga, cada punto cuesta un mundo. Villarreal y Elche equilibraron fuerzas en un duelo parejo, con más esfuerzo que fútbol. Justo de efectivos, de energía y de juego, al Villarreal le está costando encontrarse de nuevo y suma cuatro partidos consecutivos sin conocer la victoria en El Madrigal, lo que frena sus aspiraciones europeas. Le costó imponer su juego ante un Elche muy sólido. Tácticamente disciplinado, al conjunto de Fran Escribá le condena la falta de gol. Su máximo goleador, Coro, tan solo ha conseguido cuatro dianas. Y aún así le dio para entorpecer al Villarreal y sumar un punto que le deja cerca del descenso.

Llegado el cuarto de hora, el Villarreal contaba con dos ocasiones de gol, ambas idénticas, con los mismos protagonistas, con Cani como asistente y Perbet de rematador. En las dos, el delantero francés, frente a Manu Herrera, no acertó a impactar de manera ortodoxa con el interior del pie los pases rasos del aragonés.

Los apuros del Villarreal llegaban en alguna jugada de estrategia, de lo poco en lo que el Elche podía mostrar superioridad frente a los amarillos. Cualquier falta lateral o saque de esquina resultaban una opción considerable para los ilicitanos. Y tras dos córners consecutivos, una lucha entre Botía y Perbet fue castigada con penalti favorable al Elche. Damián engañó a Asenjo en el lanzamiento.

Atropellado en el despliegue, el Villarreal encontró remedio en una acción residual que Jonathan Pereira aprovechó estando descolocada la defensa ilicitana. El empate despertó al conjunto de Marcelino y abrió un partido hermético hasta el momento. Las defensas impusieron su orden y dictaron el equilibrio final.