Federer, congelado

A veces, la memoria es el peor enemigo, porque convoca pesadillas. Tras un estimable comienzo de temporada, Roger Federer encalló en los cuartos de final del Masters 1000 de Miami contra el japonés Kei Nishikori (3-6, 7-5 y 6-4). El suizo, de 32 años, llegó a tener set y break de ventaja. Disparó más ganadores, más aces y menos errores no forzados que su contrario. Ocurrió que el exnúmero uno mundial empezó a notar que llevaba tiempo sin jugar con continuidad en la sesión nocturna, con sus focos deslumbrantes. Pasó que sintió la llegada de un frente de aire frío que provocó las temperaturas más bajas en Miami desde el 8 de marzo (unos 14 grados de media durante el día). Eso, como siempre que empieza a pensar en las lumbares, afectó al servicio del número cinco (pírrico 53% de primeros saques puestos en juego, que llegó a ser un horroroso 38%), y en consecuencia desnudó su juego. Irremediablemente, cedió.

“No pude encontrar el ritmo en el saque”, admitió el ganador de 17 grandes, que ahora comenzará a preparar la gira europea de tierra batida. “Estuve set y break arriba, y de nuevo break arriba en otra ocasión, así que es un poco frustrante, pero él fue más consistente”, siguió. “Malgasté mis oportunidades. Tuve problemas al saque durante todo el partido, quizás porque bajaron las temperaturas, o por jugar de noche, algo que no he hecho mucho esta temporada”.

Problemas físicos

La pesadilla de los dolores de espalda, que tanto le afectaron en su gris 2013, debió volver a pasearse por la mente del campeón, convocada por la noche. Tras llegar a la final del Master 1000 de Indian Wells (perdió ante Novak Djokovic), el suizo solo había cedido 19 juegos y ni un solo set en tres partidos en Miami. Contra Nishikori perdió otros 16 juegos, dos sets y cinco saques. Un cambio radical.

Nishikori, claro, venía cargado de optimismo para enfrentarse a las dificultades. En su lista de víctimas ya estaban el prometedor Grigor Dimitrov y David Ferrer, al que llegó a negar cuatro puntos de partido antes de levantar los brazos. Ahora, el japonés afrontará en semifinales a Djokovic, que tumbó 7-5 y 6-3 a Andy Murray tras una jugada polémica. Con 5-6 en el marcador y los dos tenistas protagonizando un intenso partido, Nole ganó un punto golpeando la pelota cuando aún no había pasado la red. Su raqueta invadió al lado de la pista del escocés. Eso está prohibido y ocurrió probablemente porque el campeón de seis grandes intentó asegurarse el espacio suficiente entre su cuerpo y la red, para no tocarla y perder el punto como le pasó en un momento clave de la semifinal de Roland Garros 2013 en la que cayó con Rafael Nadal.

Como si tuviera a su disposición una y mil cámaras, el juez de silla aseguró al británico que el serbio había tocado la bola exactamente en la vertical de la red, sin invadir su zona de la cancha. El enfado consecuente llevó a Murray a perder el juego, el set y, pese a que se adelantó en la segunda manga con break, el partido. Así, Djokovic y Nishikori se citaron en semifinales. Al otro lado del cuadro, Rafael Nadal se mide en cuartos con Milos Raonic, y Tomas Berdych con Aleksander Dolgopolov.