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El Barça se abona al penalti de Messi

Al igual que en el clásico, los azulgrana resuelven un derbi muy intenso ante el Espanyol desde los 11 metros, tras una polémica mano de Javi López, y refuerzan sus aspiraciones

Ramon Besa
Messi lanza el penalti del Barcelona
Messi lanza el penalti del BarcelonaLLUIS GENE (AFP)

De penalti en penalti, hasta la victoria final. Así se escribe por ahora el guion del Barça en la Liga. Los azulgrana resolvieron el derbi de la misma manera que el clásico, desde los 11 metros, con los tiros del infalible Messi. A Diego López le venció por dos veces y de diferente manera, sin dudar y por el costado izquierdo del meta, mientras que a Casilla le amagó el remate para que doblara la rodilla y desde la pausa y por el lado derecho convirtió el 0-1. El penalti acabó en la cancha con las opciones del irreductible Espanyol. Muy excitada, la hinchada perica sostendrá que el árbitro pitó en contra de su equipo en las jugadas confusas, sobre todo en las áreas, una manera de subrayar su indefensión ante los poderes fácticos y también de negar los méritos del Barcelona. La moviola seguramente desmentirá que los azulgrana ganaran por Clos Gómez. Nada nuevo, por otra parte, en un derbi bravo y de pierna fuerte, cambiante y resuelto por Messi. El mérito del Barça, erróneo últimamente en la interpretación de los ritmos de juego, estuvo en no dejarse llevar por la corriente y afrontar el envite sin excusas, confiado en su clase y en su 10.

ESPANYOL, 0 - BARCELONA, 1

Espanyol: Casilla; J.López, Colotto, Moreno (Sidnei, min.48), Fuentes; D.López, V.Sánchez; Stuani, Sergio García, Simao (Córdoba, min.78); y Pizzi (Alex, min.65).

Barcelona: Pinto; Alves, Piqué, Mascherano, Alba; Busquets, Xavi, Cesc; Pedro (Iniesta, min.77), Messi y Neymar (Alexis, min.81).

Gol. 0-1, Min.76: Messi (p).

Árbitro: Clos Gómez. Expulsó a Casilla (min.83) por roja directa. Amonestó a Stuani, Javi López, V. Sánchez, Busquets, Alba.

Cornellà-El Prat, 31.666 espectadores. Los jugadores del Barcelona saltaron al terreno de juego con una camiseta de apoyo a Víctor Valdés, con el lema 'Força doble V' y, detrás, un número '1' y unos guantes.

Los barcelonistas aguantaron muy malos momentos, especialmente en el entretiempo, cuando los excelsos volantes blanquiazules (David López y Víctor Sánchez) aislaron a los delanteros azulgrana, fuera de foco al inicio, con el viento a favor, y reaparecidos al final, tiempo en que el reloj exigía prisa en los cambios a Martino. Los detalles jugaron a favor del Barça, circunstancia que avala el laboro del Espanyol, derrengado por el esfuerzo, contrariado por la desdicha, enfadado con Clos Gómez, que no vio un posible penalti de Mascherano a Javi López —la falta se dio sobre la misma línea del área— y en cambio sancionó con la pena máxima una mano del lateral, acosado por el cuerpo y los brazos de Neymar.

Javi López personificó el partido por su participación en las acciones definitivas, convertido incluso en portero después de la expulsión de Casilla cuando rechazó con la mano fuera del área una vaselina de Messi y Aguirre ya había agotado los cambios del Espanyol. Aunque el partido pareció resuelto con el gol del 10, nunca se rindieron los blanquiazules, que se batieron de forma formidable con 0-0, con 0-1, con y sin portero, capaces de forzar incluso una última jugada que exigió el escorzo de Piqué después de un error de bulto de Mascherano. La competitividad blanquiazul fue extrema ante la irregularidad y discontinuidad del Barça.

A los centrocampistas de Martino les costó controlar el juego por la alta intensidad local

Quizá porque salió escaldado de Zorrilla y se durmió en el Camp Nou contra el Valencia, el Barça salió muy despabilado cuando daban las cuatro en la tarde desapacible de Cornellà-El Prat. A pesar de la ausencia de Iniesta, resguardado para la Champions por sus molestias, actuaron los azulgrana con tanta determinación y velocidad de pelota que alcanzaron de forma reiterada el área de Casillas, sobre todo a partir de los centros de Dani Alves. A los rematadores de Martino solo les faltó tino para concretar el fenomenal cuarto de hora colectivo del equipo, excelente en la maduración del choque, diligente en la creación de espacios, difícil de defender para el Espanyol. Al Barça le perdió entonces la flojera de Neymar.

El brasileño se venció malamente, sobre todo en una asistencia de Alves a puerta vacía y que, por tanto, solo demandaba acompañamiento a la red. Tampoco atinó Messi, ni por alto ni por bajo, bien bloqueado por la zaga del Espanyol. Aguantaron los blanquiazules, solidarios y bien puestos, excelentes desde el punto de vista físico, hasta quebrar la línea de contención del Barcelona. Vulnerable e impreciso Busquets, muy desasistido por los volantes, Pizzi asomó en la línea de tres cuartos y conectó a menudo con Sergio García. El derbi se convirtió en un partido de ida y vuelta, a gusto del Espanyol. Hubo hasta tres llegadas al marco de Pinto, un portero asociado al suspense, a parar y a sacar, muy diferente de Valdés.

Imágenes: Canal+
Imágenes: Canal+

La hinchada pidió gol en un balón que el propio Pinto detuvo aparentemente en la línea de gol, a Sergio García se le escapó un remate que parecía relativamente sencillo y Mascherano derribó a Javi López. No le quedó más remedio al Barça que retroceder, apretado por el Espanyol, un equipo intimidador, noble en la disputa del cuero, agresivo en el cuerpo a cuerpo, indomable para el Barcelona. La fiereza blanquiazul obligó a los azulgrana a resguardarse y agradecer el descanso, necesitados de aire y de refuerzos, por más que a Martino le cueste cambiar, fuera y en el Camp Nou.

No había noticias de los delanteros del Barcelona y a los medios les costaba controlar el fútbol por la alta intensidad del Espanyol. Apretaban arriba los blanquiazules, conscientes de que su suerte pasaba por que los azulgrana no sortearan la primera línea de presión, y se descolgaban de vez en cuando en algunos contragolpes en busca de la suerte de Sergio García, aspirante a ser Lo Pelat, o Tamudo, o Urbano, el jugador del Espanyol que arruinara las aspiraciones ligueras del Barcelona. Asegurada la permanencia, no había mayor premio para los blanquiazules que abatir al Barça. Las reiteradas entradas de Colotto, indultado por el árbitro, marcaron la línea para el Barcelona.

A pesar de que el equipo se alargó en exceso, como ya es costumbre, y confundió la rapidez con la aceleración, no se arrugaron los azulgrana, dispuestos igualmente a jugar al límite, esperanzados en que su aguante tendría recompensa, como así sucedió cuando reaparecieron Neymar y Messi. A partir del penalti, el partido viró a favor del Barça. El gol, la expulsión de Casilla y la rueda de cambios certificaron la victoria del Barcelona. Jamás perdió en Cornellà. Un dato tan curioso como que Messi no había marcado aún en el nuevo feudo del Espanyol. Hasta este sábado, en el que se estrenó con un gol de penalti que le da mucha vida en Liga.

Messi, con Moreno, Stuani y David Lopez.
Messi, con Moreno, Stuani y David Lopez.Alex Caparros (Getty Images)

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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