Exculpación a la española
Contra el criterio de la IAAF, la AMA y el CSD, la federación de atletismo no da valor de prueba de dopaje al pasaporte biológico y decide no sancionar a Marta Domínguez
Este jueves, a las 9 de la mañana, un portavoz de la federación internacional de atletismo (IAAF) efectuó una declaración oficial. Tras advertir de que no hablaría del caso concreto de Marta Domínguez, que aún está incurso en un procedimiento disciplinario, el portavoz afirma: “La IAAF cree que el pasaporte biológico es un instrumento fiable y eficiente que desempeña un papel fundamental en el programa antidopaje de la IAAF. Numerosos atletas han sido sancionados por irregularidades desde que el pasaporte empezó a funcionar en 2009 y la mayoría de ellos han admitido haberse dopado después de que les descubriera el pasaporte”.
La federación se niega a hacer públicos los argumentos para absolver a la atleta
Era una forma de adelantar una reacción a una decisión que consideraban ya tomada desde hace meses: pocas horas después de estas declaraciones, Marca adelantaba la noticia de que para la federación española de atletismo (RFEA), que forma parte de la IAAF, ni el pasaporte biológico prueba nada ni Marta Domínguez puede ser sancionada. Parapetada tras la ley de protección de datos, la federación no ha confirmado oficialmente la noticia, ni la ha desmentido ni ha querido hacer pública su resolución con los razonamientos exculpatorios. Domínguez, de 38 años, está prácticamente retirada del atletismo y es desde hace dos años senadora por el Partido Popular.
Se cierra así un capítulo más en la larga novela de las presuntas relaciones de la considerada mejor atleta española de la historia con el dopaje sanguíneo. Los siguientes actos de la obra se desarrollarán en otros escenarios, probablemente en Lausana, en la sede del Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), el organismo al que puede acudir la IAAF para solicitar que se revise la decisión del comité disciplinario de RFEA y le sea impuesta una suspensión de cuatro años a la atleta palentina por varias irregularidades en su pasaporte biológico. En estos momentos, según la lista publicada por la propia IAAF en su página web, 23 atletas cumplen sanción por irregularidades en su pasaporte, un indicio indirecto de dopaje sanguíneo, con EPO y con transfusiones de sangre.
El órgano internacional del atletismo puede recurrir al Tribunal Arbitral del Deporte
El pasaporte biológico es una gráfica que, basándose en un complejo software y diferentes estudios estadísticos, señala los límites máximos y mínimos de diversos parámetros sanguíneos (hemoglobina, que es la molécula que transporta el oxígeno dentro de los glóbulos rojos, reticulocitos, que son los glóbulos rojos jóvenes, y el Off Score, que es una relación matemática entre ambos indicadores) que un deportista no puede cruzar so pena de ser considerado sospechoso de dopaje. Como las transfusiones son indetectables, y los deportistas que se dopan tienen mucho tacto a la hora de usar la EPO para evitar que se detecte su uso, la lucha antidopaje se centra en los efectos de esas prácticas sobre la sangre. Así, se considera que una combinación de hemoglobina alta con reticulocitos bajos es indicio de transfusión (cuanta más hemoglobina, más oxígeno y mayor rendimiento en deportes de resistencia), mientras que la inversa, reticulocitos altos y hemoglobina baja, es indicio de extracción de sangre y estimulación con EPO.
Hace casi un año, después de analizar y someter al software del pasaporte, y al estudio de tres expertos independientes, 20 muestras de sangre de Marta Domínguez entre el 5 de agosto de 2009 y el 4 de enero de 2013, la IAAF concluyó que en cuatro ocasiones los valores sanguíneos de la atleta habían pasado sus límites naturales: el 5 de agosto de 2009, su hemoglobina alcanza 157 gramos por litro, cuando su umbral de referencia era 154. La misma hemoglobina cruza el límite inferior en dos ocasiones, el 29 de octubre de 2009 (128 g/l) y el 25 de septiembre de 2012 (124 g/l). Por otro lado, los reticulocitos atraviesan el umbral inferior el 13 de agosto de 2009. Como indicio complementario, en tres ocasiones se desvía el Off Score de la atleta: el 13 de agosto de 2009 y el 27 de julio de 2010 por el margen superior, y el 25 de septiembre de 2012 por el inferior. Las fechas no son casuales: los mejores valores presuntamente irregulares para aumentar el rendimiento corresponden a los dos grandes éxitos de la senadora: en agosto de 2009, pocos días después de los análisis de sospechosamente alta hemoglobina y bajos reticulocitos, Marta Domínguez ganó los 3.000 metros obstáculos del Mundial de Berlín; en julio de 2010, fue el turno de su medalla de plata en el Europeo de Barcelona. Los valores más bajos se producen fuera de la época de competición, cuando habitualmente se procede a las extracciones de sangre con vistas a posteriores transfusiones. Por ello la IAAF solicitaba también que se la desposeyera de sus medallas.
El CSD se desmarca de Odriozola
Si ni para la federación presidida por José María Odriozola, de la que Marta Domínguez era vicepresidenta cuando fue detenida en la Operación Galgo, ni para el Comité Olímpico Español (COE), el pasaporte es un arma fiable, y así lo han declarado en varias ocasiones, para el Consejo Superior de Deportes (CSD), como para las grandes instituciones deportivas mundiales, el pasaporte tiene un valor probado y necesario.
Así lo recordó este jueves el CSD en un comunicado en el que, sin entrar a valorar directamente la exculpación de la atleta palentina, recalcaba no solo su apoyo al pasaporte biológico sino también cómo en varias ocasiones ha discrepado de “los criterios adoptados por el Comité de Disciplina de la RFEA, tanto en materia de lucha contra el dopaje como de disciplina deportiva”. Y cita el caso de Ángel Mullera, el atleta al que el CSD quiso prohibir competir en Londres 2012 por un intercambio de emails con un vendedor de sustancias dopantes y al que la federación no quiso sancionar.
Siendo el pasaporte de Marta Domínguez la única prueba que podía ser utilizada por los organismos deportivos para intentar probar su supuesto dopaje, no es ni el único ni el menor indicio de que la carrera deportiva de la mejor atleta española puede haber sido una de trampas y recurso a métodos prohibidos. Ni la IAAF ni la RFEA han tomado en consideración, tampoco podían, las investigaciones de la Guardia Civil en las Operaciones Puerto y Galgo, que ligaban a Domínguez con Eufemiano Fuentes, condenado por dopaje, y con el entrenador César Pérez, imputado en la Operación Skype.
Entre los hallazgos de los investigadores destacan documentos que indicarían que la atleta era Urco en el listado de bolsas de sangre incautadas a Fuentes y también planes de entrenamiento y dopaje trazados para la atleta por Fuentes y Pérez.
El comité de disciplina de la RFEA, compuesto por tres abogadas, sin embargo, no ha considerado suficiente prueba de dopaje los datos del pasaporte y ha atendido a los argumentos científicos de la atleta, un informe que pone en solfa las bases matemáticas y estadísticas de la fórmula del Off Score y un certificado que señala que Domínguez sufre desde 2012 de hipotiroidismo subclínico, una enfermedad que explicaría el baile de sus valores hematológicos.
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