Una vida marcada por la tragedia

La vida de Lamar Odom se ha deslizado en una montaña rusa emocional antes de desembocar en su fichaje por el Baskonia, presentado por su representante en Europa, Misko Raznatovic, como “la mayor bomba del mercado europeo este año”. Después de una turbulenta carrera y de estrellarse repetidamente en su deseo de proseguir su larga carrera en la NBA, el ala-pívot de 34 años y 2,08 metros, ha seguido el consejo de un amigo: retrocede un paso para intentar dar dos adelante.

A finales del año pasado, Odom reconoció en un sentido mensaje de Twitter que estaba atravesando por “un periodo oscuro de su vida”. Por más que anteriormente lo hubiera negado, era evidente. En diciembre, Khloe Kardashian, la celebridad con la que se casó en 2009 en una boda a la que asistieron entre otros Pau Gasol, Phil Jackson y Kobe Bryant, le pidió el divorcio alegando diferencias irreconciliables. En agosto, Lamar fue detenido por la policía y fue acusado por conducir un Mercedes en estado de embriaguez y bajo el efecto de las drogas. Evitó la prisión tras llegar a un acuerdo judicial.

Eso sucedía después de su última etapa en el baloncesto, con los Clippers, en la que obtuvo los peores promedios de su carrera: 4 puntos y 5.9 rebotes en 19 minutos. En medio de su disputa matrimonial con Kardashian, alegó que necesitaba mantenerse casado con el baloncesto e ignorar el pasado. Esa es la consigna que ha seguido durante los últimos meses, la misma de hecho que le ha caracterizado a lo largo de una vida marcada por la muerte de su madre, de un cáncer de colon, cuando él tenía 12 años, la adicción a la cocaína de su padre, y la muerte de su abuela, con la que se había trasladado a vivir, pocos años después. En 2006, falleció el hijo de su primer matrimonio, Jayden, de solo seis meses.

Su vida está marcada por las tragedias: su madre murió de cáncer cuando él tenía 12 años y su primer hijo falleció a los seis meses de nacer

Odom ha jugado en Los Ángeles durante 12 de las 14 temporadas que lleva en la NBA, cinco años con los Clippers y siete con los Lakers, con los que obtuvo el título en 2009 y 2010. Fue nombrado el Sexto Mejor Jugador de la NBA en 2011. Los Lakers lo traspasaron a Dallas después de una disputa con el director deportivo, Mitch Kupchak. Los Mavericks lo traspasaron a su vez a los Clippers en 2012. Jugó 82 partidos pero su rendimiento estuvo a años luz del que ofreció durante sus últimas temporadas con los Lakers. Los Clippers, finalmente, descartaron su renovación y prefirieron fichar a Turkoglu.

Nacido en el popular barrio de Queens, Nueva York, Odom destacó muy pronto en la escuela, donde se le comparó a una de las grandes leyendas del barrio, Lloyd Daniels, un jugador del que en su época se dijo que era el mayor talento que había dado Nueva York desde Kareem Abdul-Jabbar, pero que tuvo una carrera perturbada por su adicción al alcohol y a las drogas. Acabó dando tumbos de equipo en equipo, ya fuera en Europa, en la NBA, en la Liga de desarrollo, en Sudamérica y hasta en China. Daniels era uno de los ídolos de Odom, pero su carrera también empezó a verse envuelta en problemas desde el principio. Fue reclutada por la Universidad de Nevada Las Vegas pero, tras verse envuelto en un escándalo de retribuciones económicas, acabó en la de Rhode Island.

En 1999 fue elegido en la cuarta posición del draft por los Clippers y fue nombrado capitán del equipo cuando solo tenía 21 años. Una muestra de las expectativas que levantó. En noviembre de 2001, ya empezaron sus primeros problemas con las drogas y la NBA lo suspendió durante ocho meses. En 2003 fichó por Miami y un año después, por los Lakers.

Odom, que a lo largo de su carrera ha ganado unos 85 millones de euros, es un tipo simpático y singular. Durante un tiempo llegaba a las instalaciones de los Lakers en El Segundo acompañado por un equipo de asistentes a bordo de una camioneta. Le proveían de todo cuanto necesitaba. Le gustaban con locura las chucherías y era capaz de acercarse a una tienda y cargar media camioneta con paquetes de gominolas y caramelos. Hasta que un día alguien le convenció de que ese tipo de alimentación era negativo para su salud y a partir de entonces se pasó a la fruta. Sus asistentes también le afeitaban la cabeza en una sala contigua a la sala de prensa de las instalaciones de El Segundo, a la vista de los periodistas.

Pese a todas las contrariedades, Odom mantiene su voluntad de volver a triunfan en la NBA. Durante los últimos meses mostró su determinación y contrató a un conocido entrenador, Rob McClanaghan. Trabajó con él en Rhode Island. McClanaghan ha dirigido en entrenamientos individuales a jugadores como Derrick Rose, Kevin Love y Stephen Curry. Odom quiere volver. Su intento pasará por Vitoria y por el Baskonia.