Los sueños acaban por los suelos
Carolina Ruiz no termina el descenso y Queralt Castellet falla en la final de halfpipe
La imagen del equipo español ayer en Sochi son dos mujeres por los suelos. Dos deportistas expertas, preparadas para competir con las mejores en el ambiente más hostil que ayer fallaron estrepitosamente. Carolina Ruiz perdió el control en una curva y no pudo acabar el descenso. El trago de Queralt Castellet fue aún más amargo: bordó por la mañana una de sus rondas en el halfpipe que tantos problemas ha dado a los riders durante los entrenamientos, pero por la noche, en el momento decisivo, falló las dos oportunidades que tenía y se quedó sin nada.
Castellet tenía aprendida la lección de Vancouver, cuando tras firmar una clasificación estupenda fue a entrenarse y un golpe en la cabeza le obligó a retirarse de sus segundos Juegos Olímpicos. Así que ayer, con la sonrisa de una nota que sonaba a medalla (93,25 puntos, solo superada por la americana Kelly Clark) en la jornada matinal, se fue a descansar. Ya de noche volvió al pipe, fastuoso bajo los enormes focos y que presentaba mejores condiciones, para medirse a las mejores.
El desastre dura un segundo. En el caso de la catalana, ese momento fue el séptimo salto de la primera bajada, que hasta ese momento había completado de forma impecable. Ella lo vio así: “Ha sido un pequeño fallo, muy pequeño, en el último truco. He querido cambiar un poco la salida para caer más arriba y me he quedado atrás. He puesto la mano y eso me ha costado la medalla”, ha dicho cuando abandonaba la impresionante instalación que alberga los deportes extremos en el Rosa Khutor.
Tenía otra oportunidad. Y salió con la misma idea, pero también falló en los últimos metros, cuando más duele. Al final fue 11ª en una final que se llevó la estadounidense Kaitlyn Farrington con 91,75 puntos, más de un punto menos que lo que había firmado la española en la ronda de la mañana.
Ruiz tendrá otra oportunidad en el supergigante; Queralt termina su concurso
Aunque Castellet quiso quitar importancia al resultado —“no es todo Juegos, tengo muchas motivaciones en la temporada”, dijo— se la notaba dolida. Es la segunda vez que la catalana, que tiene 24 años y se entrena en Nueva Zelanda, ve cómo se le escapa una medalla olímpica que tenía al alcance de la mano.
La caída de Castellet fue por la noche; la de Carolina Ruiz, bajo el brillante sol de la mañana. Tras completar la primera parte de un descenso vertiginoso, y antes de enfilar la última pendiente, la esquiadora, para la que son sus cuartos Juegos Olímpicos, se fue al suelo.
“A veces no sale y punto”, dijo luego Ruiz, que fue la primera española en ganar un descenso de la Copa del Mundo, el año pasado, y que llegaba en perfectas condiciones físicas y mentales a la gran cita de Sochi. “Es solo una carrera perdida. Vale solo la medalla, si estás fuera o quedas la décima, da lo mismo”, dijo conteniendo las lágrimas. ¿Se ha hecho daño?, le preguntaron: “Solo tengo un poco de molestia en la rodilla, pero nada grave”.
Las decepciones de estas dos mujeres son también las del equipo español, que tiene pocas oportunidades más de soñar con el medallero. Carolina Ruiz tendrá otra oportunidad porque sale el sábado en el supergigante. Para Queralt Castellet, que tuvo la gloria a un salto, los Juegos han terminado.
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