La Copa mide la moral del Atlético

Los extraños cauces del fútbol han convertido al segundo partido del doble derbi de la semifinal de Copa en algo parecido a un epílogo, prolongación formal adherida al 3-0 de la ida en el Bernabéu. El Madrid visita este martes (21.00 horas, Canal +) al Atlético con una ventaja tan sustancial que se hace difícil imaginar una revuelta exitosa del equipo del Manzanares. A falta de incertidumbre en el resultado de la eliminatoria el encuentro presenta, fundamentalmente, alicientes simbólicos. Se miden dos de los tres equipos que gobiernan la Liga en igualdad de puntos, y esto es algo que no sucedía desde la temporada 82-83 a estas alturas de febrero. El desarrollo del partido puede dejar secuelas en un campeonato que se aproxima a su desenlace. Está en juego la moral —nada menos— de los contendientes. Los rojiblancos necesitan reafirmarse que son capaces de competir con cualquiera por cualquier título. Los madridistas buscan acentuar la progresión que enseñan desde que comenzó este 2014.

A menos que el juego reserve otra vuelta de tuerca, la trama señala que es el Atlético el equipo que más tiene que perder. Casi desechado el pase a la final, el grupo que dirige Simeone puede perder la autoestima que le ha brindado tanta energía en los últimos tiempos si el Madrid le vence de nuevo. Si en cambio es el Atlético el que consigue devolver el golpe, aunque no le sirva para clasificarse, podrá enorgullecerse de haber logrado un resultado histórico. El Atlético no le gana al Madrid en el Calderón desde junio de 1999, cuando Sacchi se sentaba en el banquillo local y Toshack dirigía a los visitantes, y Toni Muñoz y Manolo Sanchis intercambiaban banderines.

Hay valores anímicos en disputa, más que factores estrictamente deportivos. Pero acaso las cuestiones espirituales preocupen menos a los entrenadores que aquellas que se contabilizan en el calendario, la clasificación, o las taquillas. Eso se deduce de las palabras de Ancelotti, que anunció que dará relevo a Pepe o Ramos, tanto porque ambos se perderían la final si ven una tarjeta como porque Varane precisa un poco de bola. “Voy a poner a Varane por uno de los dos centrales, porque necesita jugar”, dijo el técnico del Madrid, exhibiendo un programa de rotación impensable en una eliminatoria realmente abierta.

Ancelotti y Simeone coinciden en dar minutos a futbolistas con poco rodaje

Simeone, como su homólogo, piensa con perspectiva. Piensa en la Liga si nos atenemos a su entrenamiento de ayer, en donde pareció organizar un equipo titular sin Courtois, Gabi, Arda, Juanfran y Godín. El 3-0 de la ida propicia recortes en una vuelta previsiblemente innecesaria para determinar al finalista.

El papel de Simeone esta noche será, a priori, más ingrato que el de Ancelotti. El italiano podrá dedicarse tranquilamente a administrar la goleada de la ida, los hombres y la energía, sin el compromiso social de enorgullecer al público. Resuelto que Cristiano jugará para tener minutos en medio de la suspensión de tres partidos en Liga, surgen interrogantes alrededor de las figuras de Bale, Isco, y Jesé.

Jesé es la estrella emergente pero Ancelotti se esfuerza cada día por recordarle que sigue siendo un simple meritorio al que le faltan kilómetros para la consagración. “Es imposible pensar que Jesé pueda ser titular toda la temporada”, dijo, cuando le preguntaron si el chico podía ser considerado un titular, “es mejor pensar que es muy importante para la plantilla”.

Ya se sabe. Jesé compite con Cristiano y con Bale, los dos jugadores más caros de la historia. Le conviene ir con cuidado.