Barreda araña cuatro minutos con una nueva victoria

Joan Barreda, aprovechando la velocidad punta de su Honda, sublevado por los problemas con el sistema de combustible de la moto que le hicieron perder más de media hora en la quinta etapa, se ha lanzado al ataque antes de lo previsto, antes de pisar terreno chileno, allí donde quiere forzar para provocar el error del que casi nunca falla, Marc Coma. De momento, en esta séptima etapa, cubierta ya la primera semana de rally, Barreda se apuntó su tercera victoria del Dakar 2014. Y puesto que Coma difícilmente comete errores, el de KTM terminó la especial en segundo lugar. Cedió cuatro minutos, que no es poco vistos los tiempos de este domingo, pero es todavía una diferencia mínima para que el de Torreblanca, que perdió algo de ventaja debido a una caída cuando abría pista por dentro de un río, le ponga nervioso. Ahora les separan 38 minutos en la general.

Sí hubo movimientos un poco más abajo, entre el tercer y cuarto puesto de la clasificación. Se lo intercambiaron Duclos y Viladoms. El francés, que abría pista tras ganar la última etapa camino de Salta, se perdió y terminó la especial a casi 20 minutos de Barreda, demasiado en una etapa en la que las distancias fueron tan cortas. Viladoms, a 11, es ahora el tercero de la general.

La entrada en Bolivia presentó a los pilotos un laberinto de pistas en el que no era fácil orientarse. Relieves escarpados y un ambiente majestuoso les dieron la bienvenida; atravesaron pueblos, expectantes sus vecinos por el paso del rally por primera vez por su país, y llegaron a Uyuni, bordeando el salar del mismo nombre, un desierto de sal de una extensión de casi 12.000 kilometros cuadrados. Uyuni, a unos 3.800 metros de altitud puede, además, suponer algún inconveniente a alguno de los competidores a causa del mal de altura. El último tramo de especial la altura ya se dejó notar: “No tienes noción de la velocidad que llevas, vas como flotando, y todos los ejercicios los haces como más lento”, describía Barreda a su llegada.

Y completada la travesía quedaba llegar al vivac improvisado en el regimiento de infantería de la localidad, donde vivirían la segunda etapa maratón de este Dakar. Además de preparar el libro de ruta, los pilotos deberán encargarse ellos solos de limpiar sus motos y reparar cualquier avería que haya surgido por el camino. Barreda, por ejemplo, tendrá que reparar la rueda delantera, algo maltrecha tras la caída. Por suerte, la especial quedó reducida en unos 100 kilómetros como consecuencia de un manto de denso de nubes bajas, que impidió la salida por la mañana a la hora prevista (las 08.50).

También salieron de Salta (Argentina) los coches, pero no se dirigieron al mismo destino. Es más, aquellos realizaron una etapa bucle por los alrededores de la zona, con 500 kilómetros de especial, y apta para exprimir la potencia de los motores. La especial la ganó Sainz (SMG), que sacó más de cuatro minutos a Al-Attiyah, siete a Peterhansel y casi nueve a Roma, todavía el líder de la general, con más de media hora de ventaja con el segundo, su amigo y compañero de equipo en Mini, Peterhansel. El tercero, De Villiers (Toyota), está a más de 48 minutos.