Simeone: “Siempre quiero más”

Poco antes de que diera comienzo el partido, la megafonía del estadio anunció que Diego Pablo Simeone y Thibaut Courtois recibirían el premio de la Liga de Fútbol Profesional al mejor entrenador y al mejor portero de la temporada pasada. Los dos trofeos estaban colocados en un pupitre, sobre un tapete rojo, frente a la bocana de vestuarios. Salió el Atlético al campo bajo los acordes del himno y ahí se quedaron las dos copitas huérfanas, sin nadie que las levantara, ni siquiera que las mirara. Tanto el guardameta como el técnico pasaron de largo, ignorándolos como quien piensa que en la recreación del éxito se esconde el fracaso.

Simeone había hablado con el departamento de comunicación del club para transmitirle que no quería festejos antes de un partido. Centrado como está en la pelea por el título, no quería distracciones banales: “Lo nuestro es el partido”, aseguró en la sala de prensa. Trajeado como siempre de negro, como hombre de cábalas que es, Simeone reflexionó sobre el papel de la afición: “Me gustó más en el segundo tiempo, quizá en el primero no supimos transmitirle”. Y sobre los dos penaltis que lanzó Diego Costa, aunque para el segundo él había señalado a Raúl García: “Por suerte que los muchachos no me vieron y siguieron la línea de lo que marcan los jugadores, que son los que están en el campo. Eso también habla de la confianza que tiene el grupo en Diego Costa”.

El goleador hispanobrasileño hizo un destrozo masivo en el segundo tiempo. “Mientras cerramos bien los espacios, Diego Costa no apareció, pero cuando los tiene es letal, a la mínima pérdida que hemos tenido la ha aprovechado y ha buscado el uno contra uno para marcar”, analizó un atribulado Djukic, bombardeado por la prensa valenciana acerca de su continuidad. “Me siento capacitado para seguir, soy un trabajador y no pienso en otra cosa que trabajar para sacar esto adelante”, prosiguió con tono solemne el técnico valencianista.

Gabi: “Los aficionados han sabido levantarnos porque veían que los necesitábamos”

“El primer tiempo el Valencia tenía la pelota, no nos complicaba, pero nos quitaba tiempo para poder recuperarla y atacar rápidamente. Las líneas se separaron un poco con los dos de arriba, eso fue lo que charlamos en el descanso, el equipo se juntó, presionó con las líneas más juntas y después resolvieron las individualidades, en este caso Diego Costa, después de una gran recuperación de Godín”, analizó Simeone, que no paró de jalear a sus jugadores para lograr ese cuarto tanto que le hubiera dado el primer puesto al Atlético por delante del Barcelona. “Yo quiero ganar y siempre quiero más. Ante cualquier situación no me gusta la pasividad, y quiero ir hacia delante y que el equipo vaya arriba”, dijo convencido en la que quizá haya sido la manifestación pública más relevante sobre las ambiciones del equipo, que han ido creciendo en ese partido a partido que ha inculcado desde el primer día: “Cuando llegamos había que mirar el presente, convivir con la situación, miraba los números y el Atlético era un equipo que tenía muchos goles a favor, pero también muchos en contra. Por eso al principio enfocaba en la parte defensiva, que sigo creyendo que es muy importante. Luego fuimos creciendo con jugadores no defensivos como Arda, Diego y Adrián”.

Simeone concluyó explicando por qué el Atlético, con 43 puntos, no es líder en solitario: “Hay un grandísimo equipo como el Barcelona que en la última década hace números increíbles. El año pasado perdió dos puntos en la primera vuelta, hace números estratosféricos. No está Messi y termina resolviendo los partidos con tranquilidad, es difícil seguirlos”.

“Nosotros también somos estratosféricos”, bromeaba el capitán Gabi, después de escuchar las palabras de su entrenador, pero enseguida se puso serio, para felicitar a la hinchada: “Han sabido levantarnos porque veían que los necesitábamos”.