El momento de Choco
España se fía a Mangué, la mayor goleadora de su historia y la jugadora más talentosa, en los octavos ante Hungría
Partidos como el de hoy, contra Hungría en octavos (17.30, Teledeporte), son los que motivan a Marta Mangué para seguir adelante. “En los que me corre la sangre por las venas”, ilustra. La mejor jugadora española de la historia del balonmano no lleva la cuenta de los Europeos que ha disputado (siete); tampoco recuerda que este es su séptimo Mundial. Sí que ha participado en dos Juegos, por eso, porque son solo dos. “Saturada” después de 13 años sin perderse un campeonato, el hastío de la preparación, las concentraciones, los actos promocionales... todo lo olvida esta canaria de 30 años en cuanto empieza la competición: “No siempre puedes enfrentarte a Noruega o Montenegro, por ejemplo. Con tu equipo tienes partidos importantes, pero no suele haber tanto nivel. Y a mí me gusta jugar partidos de nivel, porque saca lo mejor de mí”.
La ves jugar y crees que todo es fácil. Tiene un don" Noelia Oncina, exjugadora y delegada de la selección
En un equipo que lleva por bandera ser un grupo coral, nadie duda a quién señalar cuando se pregunta por la jugadora más talentosa. “Tú la ves jugar y piensas: ‘Esto es fácil de hacer’. Defiende, ataca, es muy lista, un perro viejo desde joven, muy intuitiva”, dice la exjugadora Noelia Oncina, omnipresente delegada de la selección, la hermana mayor de Mangué, a la que apodó Choco, por chocolate, claro; amigas íntimas hasta el punto de tomarse alguna cerveza por Skype, ahora que la internacional está en Francia, en el Fleury, donde le gustaría seguir un tiempecito. “Tiene un don, no hay más. No sé con quién podría compararla, ¿con un Messi?”, se pregunta Oncina.
“Tiene un punto de talento diferente, hace cosas que las demás no podemos o no sabemos. Todas aportamos, pero ella...”, ahonda Bea Fernández, compañera en la selección y en el Fleury: “Ella no concibe el no. Está liberada. Muchas veces intenta cada cosa que piensas: ‘¡Anda, dónde va esta!’. Pero lo entrena, lo entrena y le acaba saliendo”.
Portento atlético desde muy cría, Mangué fue campeona de España juvenil de lanzamiento de disco y jabalina, aunque terminó decantándose por el lanzamiento de balón. En 248 partidos con la selección ha perforado 901 veces la portería rival: la jugadora que más goles ha marcado con España.
Fue Cristina Mayo quien la hizo debutar el 27 de octubre de 2000. De extremo. Lo importante era que jugase. Como fuera. “Yo no tengo ningún mérito, había que estar ciega para no ver lo que hacía Marta. El extremo es un jugador finalizador, es el abc. Y Marta te finaliza donde le da la gana”, zanja la exseleccionadora. Desde entonces, Mangué ha desempeñado cualquier puesto. En Serbia ocupa el lateral derecho sin ser zurda. “¿A quién vas a poner ahí siendo diestra? Pues a la mejor”, insiste Mayo.
Ante el duelo de hoy, en España cala la idea de que siempre que se ha conseguido algo ha sido después de cruces difíciles. Hungría lo es. Muchas jugadoras, entre ellas Mangué, hubiesen preferido evitar a las magiares. “Tienen un equipo con muchísima calidad individual, va a ser muy complicado”, aseguraba ayer la internacional desde Serbia. La clave para la canaria estará en el trabajo defensivo. “Si no dejamos que lancen, si somos sólidas atrás tendremos bastante ganado”. Evitar la ansiedad por querer rematar el partido muy pronto, esa que ha provocado demasiadas imprecisiones, se antoja la otra clave de la selección.
No sé cuándo lo voy a dejar; igual luego pienso: ‘¿Por qué lo he hecho?” Marta Mangué
Para el partido de octavos Mangué asegura estar recuperada de los golpes recibidos en la fase de grupos. Tampoco resulta probable que dijese lo contrario alguien que durante el Europeo de Macedonia en 2008 se entrenaba con un ojo tapado tras un golpe; que en los Mundiales de China (2009) o Brasil (2011) jugó con una rodilla en mal estado... “Si es la mejor también es por lo que se sacrifica”, dice Bea Fernández. “Si se queja es para preocuparse”, añade Oncina.
Sus compañeras tienen claro que el carrete de Mangué será el que ella quiere, con permiso de las lesiones. 30 partidos le separan de superar a Cristina Gómez como la jugadora con más internacionalidades (277); 34 si quiere sobrepasar al eterno David Barrufet. Preguntada por si está cerca su final, antes de partir a Serbia Mangué respondía con un silencio mientras, pícara, sonreía y levantaba las cejas, como tratando de decir “quién sabe”, para terminar por lanzarse: “Es un poco una saturación, pero no lo sé... Si lo dejo, igual luego pienso: ¿Por qué lo he hecho?”.
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