Navarro pone en órbita al Barcelona
El recital ofensivo del capitán azulgrana desarma al CSKA de Moscú (79-70)
Volvió la mejor versión de Navarro y puso en órbita al Barcelona frente a un CSKA de Moscú que le complicó muchísimo la vida en la primera parte. Los 20 puntos, tres asistencias y dos rebotes, pero sobre todo la capacidad de liderazgo de Navarro rompió el partido y le cambió por completo la cara al Barça.
El capitán azulgrana llevaba tiempo buscando la chispa con la que marca diferencias y es capaz de brindar recitales y decidir partidos. Operado el 19 de julio de un tobillo, Navarro volvió a las canchas coincidiendo con el inicio de temporada, pero hasta el tercer cuarto contra el CSKA no había podido acercarse a su nivel habitual, en su caso, el de la excelencia. Gracias a su movilidad, a su espléndida lectura del juego y a su capacidad anotadora, el Barcelona acertó a cambiar la dinámica de un partido que se le había atravesado, como la mayoría de cuantos lleva disputados esta campaña.
El CSKA, pese a la baja de Krstic, se fue al descanso con ventaja (35-40). Para entonces, el equipo de Ettore Messina había ensombrecido las perspectivas del Barcelona, espeso en el manejo del balón, lento de piernas, permisivo en defensa. El juego se movía al son del péndulo de Pargo y de Teodosic, mientras que el alero serbio, Micov, y el pívot ruso, Kaun, martirizaban a la defensa azulgrana. Tomic no había capturado ni un rebote, el Barça había perdido ocho balones y había concedido un montón de canastas fáciles.
Navarro, que no formó en el quinteto titular y que estuvo discreto en sus primeros minutos, tomó el mando de las operaciones tras el descanso y propulsó al Barcelona. Anotó, repartió asistencias, martirizó a Fridzon, a Micov, a Teodosic, a todos cuantos trataron de frenarle. Marcelinho, Nachbar y Tomic, todos, le siguieron encantados de la vida, felices por fin, aliviados por explayarse con la superioridad que se espera de un equipo como el que forma después de las penalidades que han sufrido esta temporada y de una derrota tan inesperada y amarga como la que sufrieron ante el modesto Nanterre. El Barça se disparó con un parcial de 27-7 y obtuvo su máxima diferencia (62-47). Pascual le dio un descanso a la estrella del equipo y el CSKA le clavó al Barcelona un parcial de 0-11 (62-58). Volvió Navarro, y asunto resuelto.
BARCELONA, 79; CSKA, 70
Barcelona: Marcelinho (16), Abrines (8), Papanikolaou (5), Lampe (8), Tomic (13) –equipo inicial- Dorsey (2), Sada (0), Navarro (20), Todorovic (0), Hezonja (0) y Nachbar (7).
CSKA Moscú: Teodosic (10), Pargo (11), Micov (14), Khryapa (2), Kaun (10) –equipo inicial-; Fridzon (1), Jackson (6), Weems (3), Vorontsevich (3) y Hines (10).
Parciales: 18-20, 17-20, 27-14 y 17-16.
Árbitros: Christodoulou (Grecia), Lottermoser (Alemania) y Zamojski (Polonia).
Palau Blaugrana. 6.102 espectadores. Cuarta jornada de la Euroliga. El Barcelona suma dos victorias y dos derrotas.
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