El Valencia sale del hoyo

Conminado a dejar Mestalla, Pablo Piatti se obcecó en quedarse en el Valencia. Su ficha cercana a los dos millones anuales y su escaso rendimiento en dos temporadas apuntalaban su marcha. Pero Piatti ha accedido a rebajarse su ficha en medio millón para seguir en Mestalla. Y en suiza se convirtió en protagonista, al lograr dos goles, el segundo el que daba el empate ante el St. Gallen. Hasta que a falta de cinco minutos Canales, el mejor de los de Djukic, certificaba la victoria del Valencia, que le coloca como líder del grupo y le clasifica para los dieciseisavos de la Liga Europa a falta de dos jornadas. Superior el Valencia durante todo el partido, dos errores en defensa y un penalti fallado por Jonas cuestionaron una victoria necesaria que alivia a Djukic.

En una movida semana, destituido Braulio Vázquez como director deportivo, mientras el presidente, Amadeo Salvo, buscaba inversores en Asia, el equipo de Djukic tenía una cita con más cosas que perder que ganar. Realizó cambios el técnico serbio buscando frescura y priorizando la Liga. Y cambió de esquema, regresando al 4-2-3-1 y aparcando el trivote que le dio resultado ante el Getafe para salvar su cabeza.

Postiga tuvo la primera ocasión tras un buen control con el pecho y posterior disparo de zurda que rechazó el portero Lompar, un amigo para el Valencia en Mestalla. En realidad casi todo lo destacable en ataque lo produjo el Valencia. El St. Gallen no da para mucho. Sabiendo de las bondades de Lompar, el tiro lejano se convirtió en un recurso a buscar. Lo intentó Canales de lejos y otra vez Postiga. Aplicado en defensa, correcto en la creación, la atractiva segunda línea de ataque dispuesta por Djukic, con Fede, Canales y Jonas, resultaba suficiente para controlar la situación. Una falta lateral fue enviada al palo por Canales. La siguiente, más centrada también, fue al palo y el rechazo lo cazó Piatti, como lo pudo hacer cualquiera de los cuatro valencianistas que adivinaron la trayectoria del esférico. La defensa suiza permaneció estática.

Con la ventaja en el marcador, se relajó el grupo de Djukic. Y la defensa en exceso. Un córner se convirtió en el empate suizo. Saque en corto, devolución, centro al segundo palo, prolongación al centro del área y gol de Besle, un armario de central. Ningún jugador naranja se enteró de nada. Un pecado, demasiada penitencia.

Ortodoxo en el despliegue el Valencia, más intenso el St. Gallen, el conjunto ché se encontró en una situación idílica. Penalti a Jonas y expulsión de un defensor suizo. La pena máxima la erró el mismo Jonas. Lompar adivinó el lanzamiento al brasileño, sin potencia ni colocación, casi sin alma, funcionarial. Recurrió Djukic entonces a Parejo para intentar relanzar el juego. Y de primeras, se produjo la sorpresa. Perdió un balón Parejo en el centro del campo y Karanovic, tras dejar atrás a los centrales del Valencia, adelantó a los suizos.

El palo otra vez, evitó el empate para el Valencia a tiro de Postiga. Lo alcanzó a falta de un cuarto de hora, de nuevo logrado por Piatti tras una gran jugada de Parejo. El medio, como ya ocurrió en la Liga, refrescó al plomizo conjunto valencianista. Aporta ideas y algo de luz en el centro del campo en unos momentos de oscuridad. Al final llegó el gol de Canales que clasifica al Valencia y rebaja la tensión en Mestalla. Claro que, tratándose de un club tan volcánico, la paz puede ser solo cuestión de horas.