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El genial Márquez no se corta

El debutante es segundo en Sepang tras Pedrosa y, con 20 años, roza ser el campeón de MotoGP más joven de la historia Lo será ya este domingo si gana en Australia y Lorenzo no es segundo

Nadia Tronchoni
Márquez celebra su segundo puesto.
Márquez celebra su segundo puesto. AHMAD YUSNI (EFE)

Jorge Lorenzo aparcó la ironía, la dejó a un lado. Y escogió la pista para decirle todas esas cosas que quería decirle a Marc Márquez, a quien cree demasiado agresivo, incluso peligroso a veces. Y para delicia de los espectadores y de los 84.250 aficionados que abarrotaban por vez primera las tribunas del circuito de Sepang —nunca antes se habían agotado las entradas—, el niño respondió. Quiso recordarle el de Yamaha, dos veces campeón del mundo, que él también sabe meter rueda, pilotar agresivo, enseñar los dientes cuando alguien amenaza su guarida. No se amedrentó el recién llegado por las críticas recibidas, no se achantó por que los números digan que ahora ya solo él podrá perder el título, dijo que seguiría pilotando igual y lo hizo: “Ya lo habéis visto, yo no me corto”, declaró nada más bajarse de la moto, segundo en Sepang por detrás de Pedrosa y por delante de Lorenzo. Márquez será campeón mundial ya el próximo domingo, en Australia, si vence y Lorenzo no es segundo.

El líder del Mundial y el actual campeón protagonizaron un duelo de gran altura

No se cortaron ni uno ni otro. El primero en atacar fue Pedrosa, quien, mucho más veloz que el de Yamaha, le adelantó fácil: al final de la contrarecta, camino de la victoria, la tercera para él este año. Empezaba entonces la quinta vuelta. Y arrancó el espectáculo: Márquez, que había rodado muy cerca de su compañero, siguió pegado al colín de la M1 y le tomó el interior a Lorenzo en la primera curva; este se la devolvió a la siguiente, agresivo, pero sin rozarle siquiera. No todavía. Las pasadas se sucedieron hasta llegar al cuarto viraje. Ahora tú, ahora yo. Y llegaron a la zona retorcida que precede a la última recta: el de Honda intentó pillarle el interior en la zona ovalada en la que se sitúa la décima curva, pero se abrió demasiado y el mallorquín vio un hueco muy atractivo: metió la moto sin pensárselo —“frenaba pisando huevos, así que no me quedaba otra que aprovechar el paso por curva”— y logró salir el primero de aquella, no sin antes dar un toquecito a Márquez. Un aviso. Así le explicaba lo que no había hecho con palabras.

Pedrosa celebra su triunfo.
Pedrosa celebra su triunfo.AHMAD YUSNI (EFE)

Unos segundos después, llegaron a la sexta vuelta y Márquez lo volvió a intentar en el mismo punto en que todo empezó: a final de recta, en la primera curva. Y Lorenzo le contestó en la segunda. “Estaba siendo una batalla muy bonita, tenía la piel de gallina. Pero cada vez íbamos a más. Pensé en el campeonato y aguanté detrás de él un par de vueltas. Después del toque me he dicho: ‘vamos a relajarnos y a pensar”, relataba el debutante, que en cuanto tuvo ocasión quiso decir su última palabra. Buscó a su rival en el curvón que da acceso a la curva 14, la de antes de la contrarrecta. Y la salida de aquel ángulo fue abriéndose para completar el adelantamiento, con Lorenzo aguantando el envite desde el exterior, subiéndose por los pianos por el empuje del chico y negando con la cabeza por aquel último gesto. Intentó resistir como un jabato, pero no pudo hacer mucho contra Márquez y su Honda. Quiso darle una lección Lorenzo —después de la polémica originada tras el incidente de este con Pedrosa en Aragón—, pero si alguien salió vencedor del duelo ese fue Márquez, la sensación de MotoGP, que podría proclamarse, con 20 años, el campeón del mundo más joven de la historia de MotoGP la semana próxima en Phillip Island.

Al ondear la bandera de cuadros la pelea se quedó en la pista. Uno y otro se felicitaron con un apretón de manos. Y las palabras se rigieron por la cordialidad esta vez. Hizo Lorenzo como que ni se había dado cuenta de haberle tocado —“No sé si habrá sido por la tensión del momento, pero no soy consciente de ello. La lucha ha sido divertida, no tenía nada que perder”, dijo—; rió Márquez momentos antes de asumir, como siempre ha hecho, que las carreras son así: “Yo me he ido un poco largo y él lo ha intentado. Ha habido contacto, sí. Pero ha sido excitante”, declaró. Es así como le gustan las carreras. Busca el contacto en la pista desde niño.

“El título no era el objetivo este año”, dijo Marc; “solo quería ser el mejor debutante”

Y la victoria en cada circuito. Por eso, aunque el segundo puesto logrado en Sepang le deja líder con 43 puntos de ventaja sobre Lorenzo y 54 sobre Pedrosa a falta de tres pruebas (existen posibilidades matemáticas de ser campeón ya en Australia), afirma que va a planificar las siguientes carreras como si fueran una más: “No quiero afrontar el fin de semana en Phillip Island pensando en el título. El domingo, depende de lo que vea y cómo me sienta, haré una carrera u otra. El título no era el objetivo para este año. Solo quería ser el mejor debutante de la temporada”. “Lo tiene muy claro. Pero intentaré impedirlo, la próxima carrera es el último clavo ardiendo al que podemos cogernos”, concluyó Lorenzo, el único capaz de prolongar la fiesta. Aunque parezca no estar en las mejores condiciones de dar guerra: “No esperaba terminar tan lejos de las Honda aquí. Ahora hay que agachar las orejas y aceptar la derrota. Ya volveremos a tener una oportunidad. Estoy desmoralizado por los resultados, pero orgulloso por mi entrega: he hecho una gran evolución este año”, concluyó el mallorquín, que vislumbra el final de su reinado ante un pequeño genio que no se corta ante nadie.

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Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

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