Rami, suspendido de empleo
El Valencia expedienta al francés, que calificó a sus compañeros como "pelotas" y cargó contra Djukic, por una "falta grave"
Una vez escuchadas las excusas de Adil Rami sobre las críticas vertidas contra Miroslav Djukic y sus compañeros de vestuario el martes, el Valencia, con su presidente Amadeo Salvo a la cabeza, decidió ayer abrir expediente disciplinario al central francés y suspenderle de empleo durante cinco días. En ese periodo Rami puede presentar las alegaciones pertinentes para esquivar una sanción que el Valencia pretende que sea ejemplar tildando la falta de grave, dentro de los parámetros marcados en el reglamento interno del club. Una vez formule Rami su réplica, el Valencia tendrá diez días para decidir la sanción al jugador. Mientras tanto dejará de entrenarse con el equipo.
El martes, en una entrevista concedida a la SER, el internacional francés despotricó contra Djukic y sus compañeros. “No me llevo bien con el entrenador. En el vestuario del Valencia solo hay pelotas”. Rami, de 27 años, se encontraba en la concentración del Valencia en Granada. Sabidas sus declaraciones, Djukic, en connivencia con Salvo, expulsó de la concentración a Rami, que tuvo que abandonar Granada en la madrugada del miércoles.
La situación de Rami en el Valencia resulta incierta. Antes de iniciarse la temporada, el francés pretendía dejar Mestalla. Según su entorno, manejaba ofertas del Nápoles y Roma. Salvo pretendía sacar entre 10 y 12 millones de euros con su venta, pero no tuvo una propuesta en firme. Djukic tiene claro que no quiere ver ni en pintura a Rami, aunque se muestra ambiguo sobre el futuro del jugador. “La situación está en manos del club, no depende de mí”, aduce el técnico. “Para mí Rami es jugador del Valencia y es el club el que debe decidir lo que tiene que hacer. Yo estoy aquí para trabajar a las órdenes del club”, explicó Djukic, más fuerte tras la respuesta del equipo, las dos últimas victorias ante el Sevilla y Granada y el apoyo del presidente y la afición de Mestalla.
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