Madrid se siente preparada para ganar

Hoy es el día. Alrededor de las cinco de la tarde en Buenos Aires —diez de la noche en España— se sabrá si la candidatura madrileña para albergar la sede de los Juegos de 2020 consigue imponerse a las de Estambul y Tokio. Algunos responsables del séquito español se muestran como esos estudiantes que se han preparado el examen a la perfección y les entra el miedo del último minuto. Intentan transmitir humildad y prudencia.

Nadie sabe nada sobre las opciones reales de Madrid. Ni siquiera el propio Juan Antonio Samaranch, presidente del Comité Olímpico Internacional durante 21 años, vislumbraba las opciones que tenía Madrid en 2009 para competir por los Juegos de 2016. Samaranch temía la influencia de un Barack Obama que venía de ganar las presidenciales un año antes. Sin embargo, Chicago fue la primera de las cuatro candidatas eliminadas en un proceso que finalmente ganó Río de Janeiro.

Cuando no hay grabadoras, el
único rival del que
se habla es Tokio

Ahora, entre los 103 miembros del Comité Olímpico Internacional hay tres españoles. No tienen derecho a voto, igual que no lo tienen el delegado turco ni el japonés. Pero conocen a sus compañeros, les han sondeado y pueden informar a las autoridades españolas por dónde soplan los vientos. Pues bien: “Dependiendo de a cuál de los tres le preguntes, uno de ellos te dice que Tokio nos gana por unos cuantos votos y otro nos asegura que ganamos en la primera vuelta, que no hará falta una segunda votación”, indica un miembro de la delegación española.

Con los micrófonos abiertos, tanto el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, como la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, insisten en mostrar su respeto tanto por la candidatura de Estambul como por la de Tokio. Los más prudentes creen que no habría que descartar nunca a los turcos. Pero cuando no hay grabadoras el único rival del que se habla es Japón.

“Nosotros tenemos un príncipe que está haciendo un inmenso trabajo, que está las 24 horas del día hablando con gente. Pero ellos también cuentan con una princesa [Akiko de Mikasa]”, señala un miembro del Gobierno español. “Nosotros presentamos el 80% de las infraestructuras hechas y ellos también. Además, cuentan con una gran solidez en las finanzas. Y en cuanto al apoyo, nosotros insistimos en el respaldo de la sociedad española, pero los japoneses también se han volcado muchísimo con los Juegos”.

Públicamente, los españoles intentan transmitir

Este será el segundo intento de Tokio, el cuarto (tercero seguido) de Madrid y el quinto de Estambul. En las elecciones del Comité Olímpico Internacional a la tercera no tiene por qué ir la vencida. Y si no, que se lo pregunten a Francia. En 2005 era la gran favorita para celebrar los Juegos de 2012. Se presentaba por tercera vez en 19 años, había conseguido las mejores calificaciones previas del COI y tenía buena parte de las infraestructuras ya construidas, a diferencia de Londres. Sin embargo, el Londres de Tony Blair se impuso por 54 votos a 50 al París de Jacques Chirac.

La relevancia en el mundo que pueda tener hoy en día el presidente español, Mariano Rajoy, no es comparable a la que en 2005 tenía Tony Blair. Pero el factor geopolítico es solo un factor —importante, eso sí— entre los muchos que barajan los casi 100 miembros del COI que emitirán su voto. “A veces influye algo tan nimio como que a un delegado le dé pereza ir a un país tan alejado de su cultura como Japón”, señala un representante del equipo español. “También hay que tener en cuenta cómo nos pueden jugar a la contra. Es decir: si sale elegida Madrid las opciones de otras ciudades europeas para organizar unos Juegos decaen. Y de Europa provienen unos 40 votos”.

“Si sale Madrid las opciones de otras ciudades europeas para organizar unos Juegos decaen”, dice un representante español

Cualquier detalle puede resultar decisivo. La exposición de 45 minutos que ofrecerá cada candidatura puede ir intercalada con vídeos. En el caso de España, el primero se titula Ready to Shine (listos para brillar), ya conocido por el público. Los otros solo se desvelarán en la presentación. En el segundo hablan en inglés Antonio Banderas, Plácido Domingo y Alejandro Sanz. El tercero está dedicado a deportistas como Rafael Nadal, Pau Gasol, Vicente del Bosque, Cristiano Ronaldo y Messi. Y el cuarto se rodó con cientos de voluntarios en la madrileña Plaza de España. “Hemos querido transmitir un mensaje que apele a las emociones, al estómago de los delegados”, explica Fernando Ocaña, el presidente de la agencia Tapsa, que inició las filmaciones hace ahora cuatro meses.

Hay muchas luces en la candidatura madrileña (el 80% de las infraestructuras hechas, el respaldo de la oposición y los sindicatos) y sombras nada despreciables (el endeudamiento de Madrid y el poco músculo económico de un país que arrastra seis años de crisis). Pero nunca como ahora se había perfilado mejor cada detalle de la candidatura. El presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, lo resumió así: “Nosotros más no hemos podido hacer, nos hemos dejado la vida”.

Los miembros de la delegación asumen que la victoria de Madrid no sacará a España de la crisis. En el mejor de los casos, se generarían 50.000 puestos de trabajo, apenas una gota en medio de los 6,2 millones que hay ahora. “Pero ganar nos aportaría una dosis de confianza y credibilidad muy necesarias”, admite un miembro de la delegación. España necesita ese golpe de autoestima.